*Por Naty Cico (@organiz.hadas), autora de “gestión del tiempo: claves para una vida productiva y feliz”
Antes de planificar, reflexionemos sobre qué es el éxito. Este concepto es tan relativo como personas hay en el mundo. La influencer y escritora Charo Vargas lo define como “estar enamorada de tu vida”. Esta visión nos invita a considerarlo como el disfrute y la satisfacción en el camino que elegimos recorrer. De esta manera, no se trata de cumplir con estándares externos, sino de vivir una vida alineada con nuestros valores y deseos.
Diseñá tu año desde tus sueños y metas
Igualmente, un año exitoso no está exento de imprevistos, pero planificar puede ayudarnos a construir rutinas que nos acerquen a la vida que queremos. Empezá reflexionando sobre qué te gustaría lograr y en qué tipo de persona deseas convertirte. Pregúntate:
- ¿Cómo me gustaría sentirme físicamente y en términos de salud?
- ¿Qué tipo de relaciones sociales y familiares quiero cultivar?
- ¿Qué quiero conseguir a nivel profesional o académico?
- ¿Cómo deseo nutrir mi vida espiritual o emocional?
Pensá en estos aspectos como pelotas que sostiene un malabarista. Si te enfocás sólo en una, las demás podrían caerse. Todas necesitan su atención y estar en movimiento constante. No hace falta que todas estén bien arriba, pero sí que ninguna esté tan abajo. El éxito entonces estará en buscar el equilibrio.
Cómo lograrlo
- Sé específico: Evitá las metas vagas. En lugar de decir “quiero ser más saludable”, definí acciones concretas como “aumentar mi ingesta diaria de vegetales a 5 porciones” o “caminar 30 minutos, tres veces por semana”.
- Sé optimista, pero realista: Soñar en grande es maravilloso, pero asegúrate de que tus metas sean alcanzables dentro de tu contexto actual, para mantener tu motivación, sin frustrarte en el proceso.
- Creá sistemas que funcionen: Enfocate más en construir hábitos que en el resultado final. Por ejemplo, si querés leer más, establecé un horario fijo o lleva un libro en tu cartera a todas partes. Los sistemas producen resultados a largo plazo
- Revisá y ajustá: La vida no es estática, y tus planes tampoco deberían serlo. Programá momentos periódicos para revisar tus avances y hacer los ajustes necesarios. Tal vez algunas metas ya no sean prioritarias, y eso está bien.
- Celebrá tus logros: No esperes hasta diciembre para reconocer tus avances. Cada pequeño paso cuenta. Reconocer tus logros, por más pequeños que sean, te dará energía para seguir adelante.
Al final del año podrás celebrar tus logros, pero sobre todo… celebrar tus luchas. La vida es aprendizaje permanente, y la visión acertada está en pensar en qué nos va a enseñar este año que está por llegar.