*Por Naty Cico, abogada, mentora en productividad, autora de “Gestión del tiempo: claves para una vida productiva y feliz”. Creadora de @organiz.hadas
En esta época es muy común que las personas nos planteemos metas para el resto del año, las cuales suelen convertirse en objetivos concretos que queremos alcanzar. Ya el hecho de planteártelos te pone un escalón por encima de quienes no planifican nada. Pero las personas altamente efectivas no se enfocan solo en cuestiones externas, como “quiero comprarme un auto” o “quiero bajar tantos kilos”. Lo que realmente buscan es un cambio interno: pensar en quién quieren convertirse.
Este enfoque tiene que ver con cambios que impactan la identidad y logran mejoras sostenibles en el tiempo. Para ello, el mejor camino es adoptar hábitos positivos que no solo nos llevarán al éxito, sino que también se quedarán con nosotros como verdaderos activos permanentes. Estas transformaciones no son pasajeras. Cuando se transforman los pensamientos, cambia la mentalidad. Y cuando logramos cambiar nuestra mentalidad, indefectiblemente, nuestra vida también cambia.
Hábitos como estos tienen el poder de multiplicar tus logros y beneficios exponencialmente.
Aquí te comparto algunos de ellos:
1. Practicar la incomodidad
Tim Ferriss, en La semana laboral de 4 horas, afirma que “todo lo que deseas está fuera de tu zona de confort”. Las personas que logran resultados sobresalientes suelen desafiarse con actos incómodos. Esto no significa vivir en un estado constante de tensión, sino salir deliberadamente de lo habitual para fortalecer la mente y aumentar la autoconfianza. Por ejemplo, si te da miedo hablar en público, proponete hacerlo en pequeños entornos hasta que el miedo desaparezca. La incomodidad es el precio del crecimiento.
2. Retardar la gratificación
Brian Tracy suele decir que “las cosas verdaderamente valiosas requieren tiempo y paciencia”, en otras palabras, la disciplina de hoy es la libertad de mañana. En una era dominada por la gratificación instantánea, cultivar la paciencia es un superpoder. Pensá en el ahorro financiero o el ejercicio físico: los frutos de tu esfuerzo se ven a largo plazo, pero valen cada segundo de espera. Y lo importante no es el resultado externo, sino haber sido fuerte en tu determinación.
3. Transformar los errores en aprendizaje
Quienes adoptan el hábito de reflexionar sobre sus errores y convertirlos en aprendizajes no solo desarrollan más sabiduría, sino que también experimentan mayor felicidad. Cada error es una oportunidad para crecer, siempre y cuando lo observes con una mentalidad de mejora. Por ejemplo, un fallo en un proyecto puede enseñarte a gestionar mejor los riesgos en el futuro.
4. Cuidar las energías
Solemos obsesionarnos con gestionar el tiempo, pero pocas veces reflexionamos sobre nuestra energía. Tener buenos niveles de energía es clave para mantener la productividad y el bienestar. Para lograrlo, priorizá dormir al menos 7-8 horas, mantener una alimentación balanceada y rodearte de “personas vitamina” que te recarguen emocionalmente. No importa tanto la cantidad de horas que dediques, sino la calidad de tu energía durante ese tiempo.
5. Dejar tiempo para pensar
Vivimos en un mundo que valora la acción constante, pero es fundamental reservar tiempo para reflexionar. Pensar no es perder el tiempo, es anticiparse sin caer en la ansiedad, recordar con gratitud y aprender del pasado. Hacé de esta práctica un hábito semanal: dedicá unos minutos a revisar tus logros, tus aprendizajes y tus metas.
Adoptar estos hábitos no solo te preparará para tener un 2025 extraordinario, sino que te brindará herramientas para transformar tu vida de forma permanente. Todos podemos terminar este año, siendo una mejor versión de nosotros mismos.