Llegó abril y todo vuelve a la normalidad. Muchos volvieron a ocuparse de su alimentación. Inmersos en una tendencia global, trataremos que hablar de un hábito consciente, que nos haga volver a lo natural, al saber qué comemos y cómo prepararlo nosotros mismos.
Como ya sabemos, los alimentos son imprescindibles para la vida y suministran al organismo los nutrientes y energía necesarios para mantenerse saludable. La nutrición es consecuencia de la alimentación, ya que los alimentos una vez ingeridos y procesados por el organismo son transformados y utilizados por el mismo en distintos procesos biológicos. Por eso, importa ser consciente.
¿Cuándo la alimentación se considera saludable? Cuando responde a los siguiente factores:
– Es suficiente para cubrir nuestras necesidades y mantener el equilibrio del organismo.
– Es completa y variada en su composición, según la edad de cada persona.
– Es adecuada para diferentes finalidades según el caso (conservar la salud, ayudar a curar enfermedades, asegurar el crecimiento y desarrollo).
– Está adaptada a las necesidades fisiológicas y gasto energético de cada persona según edad, actividad, etc.
Por lo tanto, si queremos mantenernos saludables debemos antes conocer nuestras necesidades nutricionales, así como también la composición de los alimentos para elegirlos a conciencia.
Como regla general, debemos escoger alimentos que sean bajos en grasas saturadas y en colesterol. Se recomienda una alta ingesta de productos de origen vegetal como frutos secos, legumbres, cereales integrales, vegetales y frutas orgánicas.
Debemos limitar la ingesta de azúcar y sal. Siguiendo esta pauta, deberíamos consumir menos alimentos procesados e industrializados (que contienen gran cantidad de conservantes y colorantes en su composición) y elegir alimentos naturales que contengan fibra, como frutas, vegetales y cereales.
Debemos realizar variaciones en nuestra alimentación, evitando la monotonía y sumando siempre algún nuevo alimento a nuestra dieta.
Debemos tomar agua, ya que es un nutriente esencial al que a veces no tenemos en cuenta. El organismo humano está compuesto por un 70% de agua, y qué mejor que ella misma para consumir. Recordemos que las gaseosas y demás jugos son artificiales, contienen azúcar y otros compuestos poco saludables. Eso sí: no esperes a tener sed para beber, tomá dos litros por día como hábito.
Debemos saber qué alimentos debemos limitar su consumo. No es necesario elimiarlos de tu dieta todo, sino controlar la frecuencia de ingesta de aquello que no es saludable por su composición.
Siempre que puedas, evitar las comidas preparadas y los fast food. Es mejor elegir alimentos frescos y de elaboración casera.
Debemos saber que comer deprisa puede causar problemas digestivos. Por eso, disfrutar de cada comida será tan importante como el tipo de alimento.
Paola Tosolini
Lic. en Nutrición – M.P:2936 [email protected]
instagram: @paotosolini