Días atrás, ante rumores de embarazo que surgieron en las redes sociales, Oriana Sabatini reveló que se encuentra nuevamente luchando contra Trastornos de Conducta Alimentaria. No es la primera vez que la joven aborda sus problemas con la comida. Ya en 2020 publicó un video donde narraba su situación y luego en diversos programas, ahondó al respecto, contando que durante 10 años tuvo anorexia y también trastorno de atracón.
Ahora, expuso que padeció un episodio de este último, el cual “se caracteriza por una ingesta excesiva de alimentos sin control, superior a lo que la mayoría de las personas consumiría, por lo menos una vez a la semana dentro de un lapso mínimo de 3 meses” -explicó Lucía Inés Martínez, Lic. en Nutrición-.
Además, detalló que “regularmente, aunque no siempre, está asociado con sobrepeso y obesidad, estando presente entre el 30% y el 50% de las personas que buscan tratamiento de pérdida de peso para la obesidad”.
“Se observó que las emociones negativas referidas a la forma o apariencia corporal influyen en el desarrollo de los atracones”, agregó. También indicó: “Hay estudios que sostienen que los atracones parecen desencadenarse por un fallo en la regulación de las emociones, de forma que los alimentos se convierten en un regulador, aunque no se produzca una mejora sustancial y estable del estado de ánimo tras el episodio”.
Por lo tanto, problemas emocionales y psicológicos como el estrés, la ansiedad, la baja autoestima y la imagen corporal negativa se relacionan con su desarrollo. Además, la nutricionista dijo que muchos pacientes tienen un historial de dietas repetidas a lo largo de su vida y, al restringir calorías durante el día pueden, más tarde, sentir el impulso de comer compulsivamente, lo que hace que sus esfuerzos por controlar el peso fallen, generando gran frustración.
Síntomas del trastorno de atracón
- Comer cantidades inusualmente grandes de alimentos en un periodo de tiempo relativamente corto
- Sensación de que el comportamiento alimentario está fuera de control
- Alimentarse incluso cuando se está lleno o no se tiene hambre
- Comer rápidamente durante los episodios de atracones
- Comer hasta que se está incómodamente lleno
- Comer con frecuencia a solas o a escondidas
- Sentirse deprimido, avergonzado, culpable o molesto por la propia alimentación
- Pensamientos negativos sobre uno mismo y sobre las propias habilidades y logros
Finalmente, la profesional remarcó cómo afrontar el diagnóstico: “La educación nutricional debe formar parte del tratamiento y el objetivo principal es facilitar la adopción de comportamientos alimentarios que fomenten la salud y el bienestar”.
“Fomentar una relación saludable con la comida y una imagen corporal positiva puede resultar útil para prevenir y es esencial un abordaje interdisciplinario para corregir aspectos nutricionales y psicológicos en forma conjunta”, concluyó.