“Nuestras emociones enferman nuestro cuerpo y nuestra mente”, asegura Sandra Villarruel, Facilitadora en Biodescodificación. Y sigue: “Estás enojado, triste, angustiado o nervioso pero no tiene que ver con la situación que estás viviendo hoy, lo de hoy es el disparador de cosas del pasado. Son historias que se detonan y te están diciendo qué tenés que sanar”.
Bajo esta premisa, se trabaja y según explica la terapeuta sirve para “decodificar traumas de la infancia y de la adolescencia que quedan encriptados en el inconsciente y que, con el tiempo generan hábitos, costumbres y pensamientos negativos que son los que traban el accionar en la vida diaria para hacer determinadas cosas”.
De esta manera, se promete que, a través de las sesiones, el cliente podrá desarrollar inteligencia emocional para enfrentar numerosos problemas y resolverlos oportunamente. Asimismo, “permite encontrar paz, felicidad, empatía y amor propio” -afirma Villarruel-.
Igualmente, aclara: ”Si no ponés ganas no funciona porque se necesita el compromiso. Esto te lleva a un cambio y si no lo podés asumir los resultados no son al 100%”.
“Por ejemplo, si vos acudís para bajar de peso y una vez que terminas el tratamiento seguís comiendo media pizza y no vas al gimnasio, no sirve. Los milagros no existen. La biodescodificación ayuda a lograr la voluntad para esa transformación que uno debe hacer”, añade.
De qué forma se trabaja
Sandra reconoce el auge de la biodescodificación. En este sentido, admite: “Mucha gente llega por recomendación de personas a las que esto les cambió la vida”. Además, cuenta que los motivos de consulta varían y asisten tanto por estado anímico, relaciones tóxicas, trabajo, dinero o vínculos familiares.
Respecto a la dinámica de los encuentros, relata: “En la primera sesión hacemos un ordenamiento que tiene que ver con Constelaciones Familiares y luego hacemos una biodescodificación y luego, otras 3 más -porque recomiendo generalmente hacer 4- a través del diálogo empezamos a indagar para encontrar ese conflicto que está interfiriendo en el presente”
“Vamos al inconsciente con una meditación para encontrar, casi de manera hipnótica, esa escena del pasado que resuena con lo que se está sintiendo ahora”, detalla.
Posteriormente, la idea es identificar patrones que se repiten entre aquello vivenciado y la actualidad para desterrarlos. Así, la terapeuta, señala: “Los resultados son inmediatos”. En tanto, recomienda realizar las sesiones cada semana o cada 15 días, dependiendo la posibilidad.
“Solo sugiero que no dejen pasar mucho tiempo, como cuatro o cinco meses, porque es como volver a foja cero”, remarca. Y cierra advirtiendo que “sirve para complementar a tratamientos médicos”.