Hace algunos años, con una carrera en periodismo y dos trabajos activos, Carina Michelli decidió quedarse en casa y cuidar de sus hijas. Fue ahí cuando al decorar su casa nueva en Tigre, comenzó su búsqueda en decoración consciente. Hoy con 44 años, Cari junto a su familia, Dario Bermúdez, su esposo escritor y guionista argentino; sus dos hijas, Isabel (12), su mano derecha para las fotos en casa, y Francisca (9), su ayudante número uno, viven en la casa de sus sueños. Con más de 160 mil seguidores en Instagram comparte su manifiesto, el lenguaje 2.0 de la deco y nuevas formas para inspirarse.
Contanos sobre tus inicios, la Carina Michelli de antes, cuando todo esto comenzó. ¿Qué te movilizó?
Yo soy licenciada en periodismo, no estudié decoración ni estilismo, estaba trabajando como productora periodística en un canal y, a la vez, también trabajaba haciendo prensa para una ONG. En ese tiempo quedé embarazada de Isabel, mi primera hija. Ahí fue cuando dejé de trabajar como periodista y fui, por varios años, mamá full time, ya que después nació mi segunda hija, Francisca. En esos años me mudé, construimos la casa donde estamos viviendo ahora en Tigre y ahí fue cuando empecé a entrar de lleno en la decoración. La decoración me gustó desde siempre, desde chiquita tuve curiosidad, así que con más tiempo en casa empecé a dedicarme más a cada ambiente. Ahí fue cuando una amiga, Dolores Rearte, ‘Loli’, me dijo que tenía que tener una cuenta de Instagram. Ahí decidi, a fuerza de voluntad, comprarme un celular que me sirviera, empecé con mi cuenta de IG, en una búsqueda mía de poder explayarme en el estilismo y lo creativo, que siempre me gusto. Hacer mis propias producciones y tener una plataforma para poder mostrarlas, así empezó @carina.michelli hace más de seis años.
Te definís con un estilo firme en ‘Decoración Consciente’, contanos… ¿qué te inspira? ¿Qué buscas transmitir? Ilse Crawford habla de “decoración emocional”… ¿También te sentís identificada?
Como bien lo decis vos, Ilse Crawford fue la primera que acuñó el término de ‘decoración emocional’ en el 2005, toda una pionera. Para mí hay una manera de concebir la decoración que, más allá de lo que se puede explicar, de lo tangible, con lo instintivo, aquello que no podemos explicar con palabras. Tiene que ver con lo que refleja nuestro interior, nuestra alma. Me parece interesante que empecemos a indagar más en lo que nos refleja a nosotros, en nuestro propio poder, y no tanto en lo que vemos en las redes sociales.
Vos hablas de inspiración e inmediatamente todo el mundo piensa en Pinterest; yo creo que es todo lo contrario, creo que no nos tenemos que inspirar en estas plataformas, sino que tenemos que buscar nuestro propio camino de inspiración. Todos somos creativos, solo tenemos que desarrollarlo; creo en el autoconocimiento, buscar y entender la decoración desde un principio interno y a partir de ahí comenzar con la ‘decoración consciente’ como la nombro yo.
Contanos de tu tienda online ¿Qué querés lograr desde la web?
Con la plataforma lo que yo quería lograr era un espacio en el que todo mi mundo de decoración estuviera integrado. Pueden encontrar desde muebles, hasta un florero o una alfombra, desde lo más chiquito a lo más grande. Que todo el universo deco que me rodea y me apasiona, puedan conocerlo y adquirirlo para poner linda su casa. Esto no es algo que se me ocurrió a mí sola, es una alianza, un trabajo en equipo con el dueño de talleres sustentables, Rodrigo Mata. La idea es ir sumando cada vez más marcas y que la parte de productos exclusivos también vaya creciendo (estas marcas arman pequeñas colecciones que se venden en exclusiva en mi tienda). Las marcas no son elegidas al azar, son marcas con una búsqueda de sentido por detrás, trabajo artesanal, trabajo sustentable, marcas que marcan el camino que yo quiero seguir de la ‘decoración consciente’.
Conocemos a Carina principalmente por la decoración … pero detrás existe una madre, periodista y estilista ¿Cómo combinas estas tres pasiones?
Conviven perfectamente; con respecto al periodismo y al estilismo es parte de mi profesión, están bastante alineados. Con mi cuenta de Instagram todos los días hago una mezcla de estilismo y periodismo ya que, para mí, mi cuenta es mi plataforma de comunicación y forman parte de mi día a día, así que se combinan perfecto. Lo mismo que ser madre, la verdad es que el privilegio de poder trabajar desde casa hace que pueda acompañar a mis hijas en su crecimiento de forma muy cercana y sobre todo, que mis hijas también puedan acompañarme y ayudarme; la mayoría de las fotos en que salgo yo, me las saco Isabel, y en las producciones que hago en casa, Francisca siempre está presente ayudándome, ¡Es una de mis modelos de manos preferidas!; las dos me acompañan un montón.
¿Cómo podemos trabajar un espacio desde el punto de vista de ‘decoración consciente”? ¿Qué consejo podés compartirnos para poder definir nuestro estilo propio, poder inspirarnos y crear?
El autoconocimiento como camino, dejar de lado las inspiraciones externas, que son herramientas de trabajo super importantes, pero que ese no sea el inicio de este principio creativo. Cuando estamos por empezar a decorar un espacio de nuestra casa, primero tenemos que pensar nosotros internamente qué queremos para ese espacio, hacer esa búsqueda genuina que parte de nosotros. Y como segunda instancia, buscar herramientas como Pinterest, Instagram, que nos ayudan a incorporar otras formas. Esa búsqueda interna podrá ratificar nuestra identidad en la forma en que comunicamos en la decoración, empezar a buscar objetos genuinos que cuenten algo, que hablen de nosotros, de nuestra historia. Es buenísimo cuando elegís un objeto que sabés de dónde viene, que conocés más allá; a eso apuntamos con la decoración consciente, pensar un poco más con sentido cada cosa que elegimos para nuestra casa.
¿Qué te apasiona?
Me apasiona la búsqueda de la belleza incansable. Siempre creo que se confunde el concepto de belleza con algo frívolo, pero yo veo la belleza desde otro lado, siempre digo que la belleza me salva en los momentos en que estoy triste, en los momentos en que me angustio, buscar belleza y encontrarla, me hace sentir bien. Para mí la belleza tiene que ver con lo chiquito, con lo de todos los días, con lo cotidiano, tomar un café en una taza linda, disfrutar del rayo del sol en la mañana, este tipo de pequeñas cosas digo, ¡más allá de lo estético que también me encanta!