Una reciente encuesta revela que un 46% de los consultados considera que llegar entre 5 y 10 minutos tarde es totalmente aceptable y equiparable a llegar a tiempo, siendo todos centennials.
Sin embargo, la tolerancia a las tardanzas disminuye con la edad. Alrededor del 39% de los millennials (de 27 a 42 años) perdonan a sus amigos o colegas por llegar hasta 10 minutos tarde, cayendo al 26% para la Generación X (43 a 58) y al 20% para los baby boomers (59 y más).
Así, 7 de cada 10 boomers dijeron que tienen tolerancia cero ante cualquier nivel de tardanza, y el 69% dijo que tarde es tarde. Sólo el 21% de la Generación Z estuvo de acuerdo con eso. A su vez, este último grupo etario parece haber convertido su incapacidad para ser puntual en un síndrome: muchos afirman que la “ceguera del tiempo” es una condición relacionada con el trastorno por déficit de atención.
Laura van Beers, fundadora de la empresa que realizó el estudio dijo al respecto: “Parece que llegar 10 minutos tarde equivale ahora a llegar a tiempo, especialmente para la generación más joven, que es claramente más indulgente con el cronometraje”.
Y agregó: “Es mucho más probable que las personas mayores lleguen 5 minutos antes para asegurarse de llegar a tiempo, mientras que los más jóvenes parecen intentar llegar no más de 10 minutos tarde para llegar a tiempo”.
De esta manera, solo el 38 por ciento de todos los grupos de edad estuvo de acuerdo con el viejo dicho del exfutbolista inglés Alan Shearer: “Llegar temprano es llegar a tiempo”. Llegar a tiempo es llegar tarde. Y llegar tarde es inaceptable”.