La salud mental es un aspecto fundamental de nuestro bienestar general y sin dudas la terapia es crucial en este sentido. Existe el psicoanálisis, la terapia cognitivo-conductual, la gestalt, entre otras múltiples opciones que varían en su modo de trabajo y pueden servir para distintos propósitos. Igualmente, optar por la adecuada puede parecer complejo. En esta línea, Leticia Martín Enjuto, Psicóloga, nos enseña qué tener en cuenta.
- Conócete a ti mismo
Antes de empezar a buscar un terapeuta, es crucial que te tomes un tiempo para reflexionar sobre tus necesidades y objetivos. Pregúntate:
– ¿Qué me preocupa? Identificá los problemas que deseas abordar, ya sean ansiedad, depresión, problemas de relación, trauma, etc.
– ¿Qué espero lograr? Definí tus metas para la terapia ¿Buscas apoyo emocional, herramientas para manejar el estrés, o una comprensión más profunda de ti mismo?
- Investigá sobre los tipos de terapia
Existen diversas modalidades de terapia, cada una con sus propias técnicas y enfoques. Algunas de las más comunes incluyen:
– Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Se centra en identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos.
– Terapia Humanista: Enfocada en el crecimiento personal y la autoexploración. – Terapia Psicodinámica: Explora el impacto del pasado en el presente, centrándose en los procesos inconscientes.
– Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): Se centra en la aceptación de pensamientos y emociones, y el compromiso con acciones que alinean con tus valores.
Investigá estas y otras modalidades para determinar cuál resuena más contigo.
3. Considerá la especialización del psicólogo
No todos los terapeutas son iguales, y muchos tienen áreas de especialización. Asegúrate de que el profesional que elijas tenga experiencia en el tratamiento de los problemas que deseas abordar. Puedes buscar:
– Certificaciones y credenciales: Verifica que el terapeuta esté licenciado y cuente con formación adecuada.
– Experiencia en áreas específicas: Algunos terapeutas se especializan en ansiedad, trauma, terapia de pareja, entre otros.
- Buscá recomendaciones y reseñas
Hablar con amigos, familiares o médicos de confianza puede proporcionarte recomendaciones valiosas. También podés investigar en línea reseñas de terapeutas en tu área.
- Programá consultas iniciales
Muchas veces, los terapeutas ofrecen sesiones de introducción de manera gratuita o a un coste reducido. Durante estas sesiones:
– Evaluá la conexión: La relación terapéutica es fundamental. Pregúntate si te sientes cómodo/a y comprendido/a por el terapeuta.
– Hacé preguntas: No dudes en preguntar sobre su enfoque, experiencias previas y cómo trabajan con problemas similares a los tuyos.
- Considerá la logística
La logística también juega un papel importante en tu elección:
– Ubicación: Busca un terapeuta cuya oficina esté convenientemente ubicada para ti.
– Costo: Infórmate sobre las tarifas y si aceptan seguros. Asegúrate de que el costo sea sostenible para ti.
–Modalidad de terapia: Considerá si prefieres sesiones presenciales, en línea o una combinación de ambas.
- Confiá en tu instinto
Si después de una o dos sesiones sientes que no es el terapeuta adecuado para vos, no dudés en buscar a otro profesional. La terapia es un proceso personal, y es fundamental que te sientas cómodo y apoyado.
Conclusión
Recordá que la terapia es un viaje, y cada paso que tomes es un paso hacia un mejor entendimiento de vos mismo y una vida más plena.