*Por María Ester Romero, para Perfil Córdoba
La fundadora de Red por la infancia, Paula Wachter, expresa con claridad lo que sucede: se habla mucho del fenómeno de trata, captación y secuestro de niños con diferentes finalidades cuando aparece un caso en la agenda pública. A pesar de ser un fenómeno de características particulares y gran densidad, el tema no tiene un abordaje adecuado ni permanece a lo largo del tiempo. Pasan los días y se desvanece.
Es más, señala que hace dos años un proyecto de ley que prohíbe la compra y venta de niños y niñas duerme en el Congreso de la Nación sin ser tratado.
En diálogo con PERFIL CÓRDOBA, la referente advierte sobre otra gran falencia: “No es un delito aún en Argentina el mal llamado turismo sexual, la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes en el marco de la industria turística”.
–¿Qué ocurre con este fenómeno en la Provincia de Córdoba?
–Por su localización en el centro del país es parte de las rutas del tráfico de niños para trata con fines sexuales. Los chicos que vienen del NOA la atraviesan para ir hacia el sur y llegar a Tierra del Fuego, que es otro gran centro de explotación sexual de niños.
–¿Tenemos legislación adecuada?
–El delito de trata está desagregado en cinco acciones: ofrecimiento, captación, traslado, acogida y explotación. Pueden concentrarse en una sola persona o pueden ser varias las que participan. Antes de la reforma de la ley, no estaba tipificado el ofrecimiento. Es una realidad que, en poblaciones altamente vulnerables, los niños son ofrecidos por el entorno cercano. Duele, pero es lo que sucede lamentablemente. La segunda cuestión es la connivencia: penalizar y agravar penas cuando algunas de esas acciones son cometidas por funcionarios públicos y miembros de las fuerzas de seguridad. Un altísimo porcentaje presenta esa característica. Para que las redes de trata puedan operar es necesario que haya alguien que las habilite.
–¿Cuáles son los objetivos de la trata de niños?
–La explotación laboral o sexual. Hay industrias como la yerbatera o azucarera que tienen altos índices de explotación laboral de niños y adolescentes; pero la gran mayoría es por explotación sexual. Son datos muy fuertes. No podemos seguir mirando al costado. El fenómeno tiene gran envergadura y la investigación es muy compleja. No es lo mismo investigar un homicidio, un robo, que investigar un abuso o violencias sexuales. Por eso los estándares internacionales indican que la Justicia debe estar especializada en estos casos.
–¿Hay capacitación suficiente?
–En el Ministerio Público Fiscal tenemos una excelente Fiscalía especializada como Protex (Procuraduría de Trata y Explotación de Personas), pero si el caso le llega 15 días después… La regla de 24 horas antes de tomar cualquier acción puede admitirse con un adulto. Si estamos frente a un niño de cinco años, como Loan, debemos hablar de minutos. Las primeras 24 horas son cruciales. Siempre preferimos creer que el chico se perdió, elegimos la hipótesis de menor violencia.
–¿Por qué se puede captar un niño o niña?
–Cuando se habla de delitos contra chicos, las hipótesis son la compra y venta en los sistemas de adopción ilegal –hace dos años que se brega para que se tipifique ese delito–, el homicidio voluntario o involuntario y la explotación sexual y trata.
–¿Cuál es el destino geográfico de la trata?
–El 98% de las víctimas rescatadas son de nacionalidad argentina. Los principales puntos de explotación son: Amba, la Patagonia y el Norte del país.
LAS RUTAS
1) Desde Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, Misiones, Formosa y Corrientes, las víctimas en su mayor medida son trasladadas a Caba y PBA en primer lugar y luego a la Patagonia.
2) Desde Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Luis, Mendoza, La Pampa, Neuquén y Rio Negro pasan por Chubut y terminan en Santa Cruz por un lado y en Tierra del Fuego por el otro.
3) Desde Jujuy, Salta, Santiago del Estero a Córdoba; y desde Córdoba se dividen en tres: a Río Negro por San Luis, a Río Negro por la Amba y al Amba por Santa Fe.
4) Desde Salta y Chaco con destino Santa Fe.
5) Rutas internacionales: Se inician en Perú, Bolivia, Paraguay y República Dominicana. Entran por Paraguay, cruzan por Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba y Santa Fe para terminar en Amba.