Este término podría decirse que es primo hermano del original “Green washing” (lavado verde); usado por muchas marcas para promocionar una imagen ecológica de forma engañosa mostrando que les importa el medio ambiente. Por su parte, el lavado de COVID atrae a los consumidores al transmitir una dudosa impresión de que un determinado producto puede curar o repeler el COVID-19.
Si todavía no está comprobada la efectividad de una vacuna, ¿cómo puede haber ya productos anti-COVID? ¿Y cómo hay gente que los compra? Si bien las empresas todavía no pueden hacer afirmaciones médicas de si sus productos curan o no el coronavirus; varios resuelven este problema con una buena semántica. Usando un lenguaje que sugiera los beneficios de su producto al sistema inmunológico y demostrando cómo un sistema inmunológico fuerte es clave para protegerse del virus. No hace falta que digan la innombrable palabra con C, las marcas refuerzan las tácticas que despiertan nuestro deseo de mantenernos saludables y combatir la enfermedad. Desde jugos naturales, jeans y hasta colchones son algunos de los objetos que hacen revuelo de esta estrategia.
Históricamente nos enseñaron a tomar un vaso de jugo de naranja a la mañana como receta de abuela para prevenir resfríos. Desde el comienzo de la pandemia, las ventas de jugo de naranja aumentaron un 46%; si bien nuestras células inmunes tienen una gran necesidad de vitamina C cuando trabajan para combatir las infecciones respiratorias; hay poca evidencia de que esta bebida prevenga el virus. El mundo de la moda también está recurriendo a esta estrategia, contando que el futuro de la moda es la ropa anti-viral.
En julio, la marca de jeans Diesel anunció su asociación con Polygiene, una empresa química que dice aplicar una tecnología que evita que el 99% de los virus se adhieran a la tela dentro de las 2 horas posteriores al contacto. Este tratamiento de acabado llamado “ViralOff” se aplicara a determinadas prendas de la colección primavera-verano 2021.
¡Ojo! con las palabras “anti-viral” y “anti-bacteriana”. El director de marketing de Polygiene, Mats Georgson, aclaró que la terminología “anti-viral” es complicada y puede prestarse a confusiones. Las telas aprobadas como médicas tienden a etiquetarse como antibacterianas, pero eso no significa que maten al virus.
A muchos la existencia del COVID les quito el sueño, ¿te paso? ¡No sufras más! Parece ser que con la nueva existencia de almohadas y colchones antivirales este problema ya está resuelto. Marcas que venden estos tipos de productos sostienen que mediante unas nanoparticulas aplicadas en su tejido, consigue eliminar cualquier virus en un plazo de 4 horas. Si una persona infectada duerme sobre estos, las nano
partículas del tejido eliminarían el COVID de la cama y evitaría que otra persona se contagie usándolo.
Una vez más el marketing hizo un buen trabajo de venta, cautivando al mismísimo Leo Messi para comprar un colchón a la empresa TEC MOON valuado en 1.000 euros a modo de “prueba” para ver su efectividad y también contagió a su amigo el Kun Agüero de usarlo.
Después de unos meses encerrados, cada día resulta más difícil captar nuestra atención y mucho más que compremos. Cada vez se siente más presente la ansiedad por una buena salud, haciendo que las empresas ejerzan ampliamente de la estrategia de lavado de COVID para vender.
Una vez más, depende de los consumidores examinar los productos con escepticismo y decidir qué funciona o nos convence de que funciona.
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