Hace varias temporadas que el animal print pisa fuerte y ahora lo veremos no solo con su forma de leopardo, sino a través del cow print: estampado de vaca. Ya sea en abrigos, pantalones, camperas, remeras o zapatos, esta alternativa llegó para quedarse y convivir con la clásica estampa que todas amamos.
Se trata de una opción que comenzó a hacer su aparición de una manera más notable a partir de los años 90. Por aquel entonces el estilo grunge y las mezclas de texturas y formas empezaron a tomar protagonismo, pero siempre en segundo plano respecto a otras similares.
No obstante, ahora se destaca por la versatilidad, frescura y originalidad que ofrece. Tiene un carácter mucho más western y, a la vez, glamouroso, proyectando un estilo más pop o camp y dando lugar a looks tanto desenfadados como creativos.
La irregularidad de las manchas agrega un toque artístico y effortless, perfecto para quienes buscan algo diferente pero elegante. Además, el hecho de que todas las manchas sean irregulares y diferentes, consolida su originalidad.
Puede ser elegante, incluso minimalista, aplicado en dosis sutiles. Asimismo, es posible lucirlo de una manera más atrevida en un total look, siendo todas estas maneras que se posicionaron en pasarelas, en el street style y en las redes sociales.
A la hora de combinarlo, la clave está en equilibrar la audacia del estampado con piezas más neutras y básicas. Por ejemplo, podés optar por llevar una falda o pantalones de estampado de vaca junto con una camiseta blanca básica o una blusa en tonos neutros. También es posible sumarlo en accesorios y, la clásica, como prenda superior con unos jeans más tradicionales. Igualmente, la novedad es que probablemente veremos reversiones próximamente en su presentación.