A través del cowash se busca conservar y aprovechar la grasa natural del cuero cabelludo. Por lo tanto, no importa cuán seguido se lave el cabello utilizando este método, a diferencia de la limitación que muchas veces se aconseja en el uso del shampoo.
Es que, este último posee múltiples químicos como sulfatos, parabenos, petrolatos o siliconas, de los cuales se busca prescindir.
A la hora de poner en práctica el cowash, se deben elegir dos acondicionadores. Estos deben combinarse teniendo en cuenta si el cabello en cuestión es graso, seco, poroso, entre otras cualidades para optar por el que mejor se ajuste a las necesidades.

Se recomienda que el de raíz contenga hierbas, frutas u otras especias, que lo hagan liviano. Una vez colocado, es óptimo masajear, ya que el masaje es el encargado de arrastrar los sebos, restos de producto o impurezas a mediante la fricción.
Es importante destacar que el masaje debe hacerse con las yemas de los dedos -no las uñas- durante 2 o 3 minutos aproximadamente. Luego, debe enjuagarse con abundante agua, evitando que esté muy caliente, porque reseca el pelo.
En el caso del que se usa exclusivamente para puntas, conviene elegir uno más espeso, denso, que nutra. Y, en esta oportunidad, solo debe retirarse de manera tradicional.
