El otoño es una estación calma, de colores ocres y rojizos, cuando el frío se va haciendo más y más presente y el dormitorio cobra protagonismo, ya que no solo es para dormir, sino que también es nuestro espacio privado donde relajarnos, leer un libro, hacer yoga y desconectar. Un buen somier es fundamental para lograr un buen descanso y los confeccionados con fibras naturales son los más aconsejables, ya que repelen los ácaros, expulsan la humedad y se adaptan a los cambios de temperatura.
El cabecero también nos otorga calidez, sobre todo si esta tapizado en telas nobles y de colores neutros, para jugar con distintos tonos en almohadones y colchas livianas que vestirán tu cama en esta estación del año.