Necesitamos al caer la tarde un paraíso íntimo donde sentarse, relajarse y desconectar del resto del mundo. Para ello que mejor que ubicar un juego de asientos de forja o madera, que son muy resistentes a las inclemencias del tiempo y acompañarlos de coloridos y confortables almohadones o puffs, o puedes también colgar una hamaca para descansar en la siesta o leer un libro. Mi consejo es que este rincón también sea el lugar ideal para comenzar tu día con un sabroso desayuno rodeado de verde y envueltos del aroma de la naturaleza, lo cual te cargará las pilas para enfrentar la jornada.