Los deepfakes se tratan de videos o imágenes generados sintéticamente con tecnología basada en inteligencia artificial con el objetivo de crear secuencias falsas pero realistas, en las que se busca modificar la apariencia física e incluso la voz de las personas y hacerles decir o hacer algo que nunca dijeron o hicieron.
El término proviene de la combinación de las expresiones deep learning (aprendizaje profundo, en inglés) y fake (falso, en inglés), y denota, justamente, algo falso que es resultado de la tecnología de aprendizaje profundo. Así, en esta ocasión, la víctima de esta situación fue Taylor Swift, ante una serie de fotografías pornográficas en las que figuraba y que circularon por diversas vías.
Según medios estadounidenses, las publicaciones con los deepfakes de Taylor Swift fueron vistas más de 50 millones de veces en Twitter/Xy estuvieron disponibles en la red social por aproximadamente 17 horas antes de su eliminación.
En este marco, sus fanáticas rápídamente buscaron viralizar una contraofensiva con el hashtag #ProtectTaylorSwift (#ProtejanATaylorSwift) para llenar las redes sociales con imágenes positivas de la estrella del pop. A su vez, se propuso denunciar a las cuentas que compartían los deepfakes.
Por su parte, la secretaria de prensa del presidente Joe Biden, Karine Jean-Pierre, se pronunció al respecto con los medios: “Estamos alarmados por las noticias sobre la circulación de estas imágenes falsas. Infortunadamente, con demasiada frecuencia notamos que la falta de aplicación de la ley tiene un impacto desproporcionado en las mujeres y las niñas, los principales blancos del acoso en línea”.
En tanto, desde la la red social, propiedad de Elon Musk, aseguraron que estaban trabajando en tomar las medidas apropiadas contra las cuentas responsables de publicarlas. Así, poco después de eliminar el perfil del usuario responsable de la difusión de las imágenes falsas, X emitió un comunicado en el que recordó que la publicación sin consentimiento de imágenes con desnudez está totalmente prohibida y que la empresa tiene una política de tolerancia cero hacia este tipo de acciones.
Según publicó el medio inglés DailyMail.com, la cantante consideró emprender acciones legales contra los sitios web que alojen las deepfakes, e incluso estudió demandar a Twitter/X.
Finalmente, Yvette Clarke, congresista demócrata de Nueva York que apoya una legislación para luchar contra las fotos pornográficas falsas, resaltó que con los avances en IA, crear deepfakes es más fácil y barato. Y el legislador republicano Tom Kean, advirtió: “La tecnología de inteligencia artificial está avanzando más rápido que las barreras necesarias. Ya sea que la víctima sea Taylor Swift o cualquier otra joven, debemos establecer salvaguardias para combatir esta tendencia alarmante”.