*Especial, por Cris Schwander
En el libro El camino del Mindfulness, de John Teasdale, Mark Williams y Zindel Seagal, creadores de la Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT), describe en los siguientes términos la diferencia entre lo que denominan el modo orientado a la acción (MODO HACER) y el modo abierto a la experiencia presente (MODO SER), otra forma de definir la práctica de la atención plena.
Analicemos algunas diferencias:
Modo hacer
El modo hacer implica vivir la mayor parte del día sin una conciencia clara de lo que estamos haciendo y sobre todo sintiendo que estamos en “piloto automático”.
En el modo hacer la acción se pone en marcha de manera reactiva. Nos centramos en objetivos, nuestra atención se dirige de manera constante al futuro (el objetivo) y al pasado (aquello que queremos cambiar o evitar) de una manera tan unidireccional que puede llegar a excluir nuestra salud y nuestro bienestar, agotando nuestros recursos internos y nuestra energía.

En el modo hacer el principal motor y conexión con la realidad es a través de la mente, de lo que aprendimos (o no), de lo que creemos, de las experiencias del pasado o un futuro que queremos controlar. Esto nos hace perder de vista el presente, que empieza a desdibujarse ya que es pura y exclusivamente desde el pensar alejandose del experimentar.
Dejamos de lado las emociones no deseadas o que consideramos “negativas”, lo que cierra la posibilidad de elegir, imaginar e idear formas de afrontarlas y nos perdemos de experimentar adecuadamente las emociones “positivas” con el gozo, el amor y la celebracion que ellas aportan a nuestro vivir.
Desde alli, es interesante también observar esta forma de vivir en relación al concepto de felicidad. Generalmente nos sentimos “infelices” por todo aquello que nos falta. El presente sólo es el lugar donde luchamos para lograr eso que creemos nos hará sentir felices (felicidad hedónica). Estamos centrados en el pasado (para ver lo que hemos conseguido o perdido) y en el futuro (para comprobar lo que nos queda por conseguir todavía).
Así, con esta mirada es muy difícil estar satisfecho con lo que se hizo o con lo que se tiene. Siempre hay algo más que conseguir. No tenemos tiempo para celebrar, saborear, estar, porque un nuevo objetivo aparece, porque nunca sale como queremos, porque lo que hay afuera, por lo que pasará, por la incertidumbre. El competir y el poseer, condicionan y manejan nuestro vivir.
Modo ser
El modo ser es intencional y nada automático. Implica la capacidad de elegir la próxima acción. Salimos de cualquier automatismo y nos convertimos en conductores conscientes de nuestro sentir, pensar, decir y actuar. Nuestra conexión con la experiencia es directa e integrada. Involucra cuerpo, emoción, pensamiento y sensación, hacia mí, con los otros y con el entorno.
El modo ser permite tomar conciencia de lo que nos rodea y equilibrar nuestros objetivos con nuestras necesidades y las de las demás personas. Se centra en valorar la calidad del momento presente en lugar de centrarse exclusivamente en un objetivo futuro –un pensamiento- que puede que nunca se concrete tal y como lo hemos imaginado.
Cuando vivimos en el modo ser, cada experiencia es vivenciada desde la curiosidad, la ausencia de crítica, la aceptación y gentileza, que permite discernir y elegir entre diferentes formas y posibilidades de relacionarnos con la situación, abriendo las puertas de la creatividad en el accionar, interactuar y resolver.
Cuando estamos en conexión con el modo ser, conectamos con una concepto de felicidad eudaimónica, que se basa en la idea de que la felicidad está ya en el interior de nosotros mismos. Está asociada a la falta de expectativas sobre cómo tiene que ser el mundo. Es aceptar y trascender aquello que no podemos cambiar, sin frustraciones, sin creer que eso nos define. Todo esto no implica que no hagamos planes, que no proyectemos. Es más bien saber dónde y cómo utilizar nuestra energía para intentar cambiar e interferir en lo que realmente podemos.
Puesto que sólo podemos intervenir y actuar en el momento presente, en el modo ser reconocemos que la felicidad está aquí y ahora y que el presente es el único momento importante..
El modo ser se encarga de conectarnos con la conciencia de lo que estamos haciendo, diciendo, pensando y sintiendo, dándonos la posibilidad de estar en mayor resonancia con nosotros y con el mundo, de habitar el momento, de sentir y conectarse con lo que ocurre en este instante.
En nuestra sociedad actual, estamos muy acostumbrados a vivir en el modo hacer, apurados, sobreeexigidos, de meta en meta, perdiéndonos la vida. Nuestra invitación es incorporar el modo ser que se devela en la posibilidad de pausar: detenernos observar, sentir y decidir. Vivir la vida momento a momento y darnos cuanto qué estoy haciendo y para qué lo estoy haciendo. No es fácil, pero sí posible.
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