La censura rige en los espacios dependientes del Ejecutivo. El director y docente Goyo Anchou reveló que mientras presentaba una propuesta para un ciclo de cine a un grupo de programadores de un espacio dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación, estos le informaron de una serie de “contenidos prohibidos en centros nacionales”. Entre estos se encontrarían aquellos tópicos sobre feminismo, defensa del gobierno anterior y filmes donde figure Lali Espósito, la cantante que en el último tiempo mantuvo distintos cruces con Javier Milei, el presidente.
“Cuando nos decían que había una restricción para programar contenidos que hablaran mal de la dictadura, sentí una sensación de irrealidad”, contó Anchou según informó Tiempo Argentino. Y siguió: “Pero uno lo racionaliza y tiene sentido con lo que sabemos acerca del Gobierno”.
Asimismo, reflexionó: “la censura tiene sentido con todo lo que está pasando en otros ámbitos. Son verosímiles las restricciones a los contenidos feministas y LGBT cuando desde las cúpulas del gobierno están profiriendo barbaridades contra las minorías sexuales. Pero en el momento en que te lo plantean, cobra la gravedad de la realidad que se manifiesta”.
A su vez, trascendieron otras restricciones que en distintas áreas de gobierno se han conocido. La Asociación del Personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria denunció la decisión de las autoridades del INTA al prohibir el uso de términos como “agroecología”, “cambio climático”, «biodiversidad», «género», «sustentabilidad», “huella de carbono” y “prohuerta”, entre otros.
En la misma línea, distintas fuentes de organismos dependientes de la jefatura de gabinete de la nación, cuando Nicolás Posse estaba al frente, relataron haber participado de reuniones en las que se les informó algunas palabras que no podían incluir en sus comunicaciones: “soberanía”, “festival” o “referente”, esta última porque denota territorio y militancia.
Por otro lado, cancillería impulsó al menos en dos ocasiones la supresión de palabras en documentos multilaterales. En el Consejo de DD HH de la ONU apoyó un proyecto de enmienda que eliminaba el término “género” en una resolución sobre violencia de género lo cual finalmente se rechazó.
Además solicitó que se quiten términos como “perspectiva de género”, “familias”, “defensores de derechos humanos”, “paridad de género”, “salud mental”, “discriminación”, “violencia sexual” y “mujeres trans” en el documento final de la 54º Asamblea General de la OEA, que se llevó a cabo el mes pasado en Paraguay.
En tanto, el cineasta arremetió: “Me preocupa el silencio que rodea a estas prácticas”. “Si nos cruzamos de brazos esperando que los errores de esta administración la hagan caer por su propio peso, estaríamos esperando a que se prenda fuego el país. Y si el país se prende fuego, ¿qué nos garantiza que nosotros vamos a sobrevivir al incendio?”.
En esta línea, siguió: “Cuando me tocó ser partícipe de una de esas situaciones podía dar mi testimonio o callarme la boca y mirar para otro lado. Ver en qué hendija me escondo hasta que pase la tormenta. Creo que la disyuntiva ética es bastante simple. Desde entonces me llegan otros testimonios, todos off the record”