¿Qué es estar solo hoy y cuánto de ese vacío existencial nos puede sacar la tecnología? Sobre eso nos invita a reflexionar el director Spike Jonze contando la historia de Theodore, un tipo desamparado que se dedica a escribir cartas para terceras personas e intentando superar un divorcio y establece una relación romántica con Samantha, una inteligencia artificial.
Esta sutil obra maestra logra un placer interpretativo tanto por Joaquin Phoenix, como por la sensualidad ronca de Scarlett Johansson que logra enamorar usando solo la voz. Con una dirección locuaz que deja que el entorno y el color narren los sentimientos de los protagonistas este nuevo clásico se hace indispensable para empezar a hablar de inteligencia emocional y artificial.