El barrio más marginal del NY de los ‘70 tiene un film que le rinde culto y resiste elegantemente al paso del tiempo. Entre familias de obreros que se ganan la vida honradamente y bandas de delincuentes de distintas razas, vemos cómo un joven Francis Capra en el papel de Calogero Anello lucha entre las experiencias de la calle y los lazos de sangre para identificar su figura paterna. Robert De Niro y Chazz Palminteri (que además es el guionista) logran un contrapunto inolvidable sobre los valores, que hacen a la producción ideal para reflexionar y aprender sobre la importancia de comunicarse con los hijos desde lugares que no sean solo de firmeza taxativa.
De la cocina familiar a una marca en expansión: la historia de Godere, sabor hecho empresa
Emprender no siempre empieza con un plan. A veces, comienza con una cocina prestada, algunas ganas compartidas y la certeza de que se puede vivir haciendo lo que se ama. Así nació Godere, el proyecto gastronómico de la...