La economía circular, paradigma que busca modificar la forma lineal de producción y consumo, se ha ganado un lugar protagónico en la escena, durante los últimos años. Así, paulatinamente, queda obsoleta la metodología de extracción, consumo y desperdicio, para promover un flujo constante en que los residuos sólidos urbanos (RSU) puedan ser utilizados como recursos, reingresando al sistema productivo.
De esta manera, se expande el concepto de reciclaje. Alberto Ferral, miembro de la UNESCO y actual Sec. de Internacionalización de la Universidad Blas Pascal, explicó: “Con el tiempo se fue aprendiendo que había productos que, aunque no tenían funcionalidad para la persona que lo poseía, podían servir a alguien más y esos elementos comenzaron a tener valor”.
“El reciclaje es eso, la posibilidad de reutilizar una materia prima para una nueva producción”, añadió. La acción se vuelve fundamental en un presente donde la problemática es cada vez más significativa, por los impactos tanto en el ambiente como la salud.
Al respecto, Ferral señaló: “Las consecuencias son muy variables, como contaminación en aguas subterráneas y superficial, el suelo y el aire cuando se realizan prácticas de quema”. “Al ubicarse los restos en lugares no adecuados, también proliferan vectores urbanos, como perros, moscas, ratas y disminuye la calidad de vida de los habitantes, se quita pertenencia al ciudadano”, detalló.
Primeros pasos
Ferral, quien también estuvo al frente de la Secretaría de Ambiente de la Municipalidad de Córdoba, afirmó que “el futuro se hará incierto si los recursos son cada vez menos”. En este marco, “reciclar es una de las actividades más importantes que puede hacer un vecino para proteger la naturaleza”.
“Se trata de concientización, responsabilidad y educación. Es necesario estar informados, conocer la importancia de este tema, los distintos tipos de residuos y que haya una constancia en las normas para tratarlos, con apoyo estatal”, reflexionó a su vez.
Sobre la forma propicia de iniciarse en este hábito, aconsejó “separar en el hogar aquello que es basura, de lo que tiene oportunidad de reutilizarse, como papel, cartón, vidrios y plásticos”. “Hay que tener convivencia, porque por el consumo somos generadores de desechos, -remarcó- pero debemos ser coherentes”.
Finalmente, celebró que la sociedad le otorga mayor entidad al asunto. No obstante, reconoció también las dificultades que implicó que la comunidad tome noción. “La gente está más metida en el día a día, viendo cómo solucionar cosas del presente, mientras que, lo ambiental es un problema a futuro, pero grave”, concluyó.