“La depresión es una enfermedad común pero grave que interfiere con la vida diaria, con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de la vida”, explica la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y detalla que la misma es causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos.
Se estima que el 3,8% de la población experimenta depresión, incluido el 5% de los adultos (4% entre los hombres y el 6% entre las mujeres) y el 5,7% de los adultos mayores de 60 años. A escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas lo sufren y es aproximadamente un 50% más frecuente entre las mujeres que entre los hombres.
En este marco, se instituyó una efeméride para crear conciencia sobre la importancia de reconocer los síntomas de este trastorno mental, entendiendo que la detección temprana es crucial para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Datos claves brindados por la OPS
- La depresión es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas.
- Las personas con depresión suelen presentar varios de los siguientes síntomas: pérdida de energía; cambios en el apetito; necesidad de dormir más o menos de lo normal; ansiedad; disminución de la concentración; indecisión; inquietud; sentimiento de inutilidad, culpabilidad o desesperanza; y pensamientos de autolesión o suicidio.
- La depresión no es un signo de debilidad. Se puede tratar con terapia o intervención psicológica, con medicación antidepresiva o con una combinación de ambos métodos.
- Las personas expuestas a violencia frecuentemente experimentan una variedad de reacciones que incluye: ansiedad, estrés, frustración, temor, irritabilidad, enojo, dificultad de concentrarse, pérdida del apetito y pesadillas.

Síntomas comunes
- dificultades para concentrarse
- un sentimiento de culpa excesiva o de baja autoestima
- falta de esperanza acerca del futuro
- pensamientos de muerte o suicidio
- alteraciones del sueño
- cambios en el apetito o en el peso
- sensación de cansancio acusado o de falta de energía.
En tanto, sobre los tratamientos aclaran que la psicología y la medicación son dos opciones, aunque advierten que cada diagnóstico requiere una atención particular. Igualmente, ciertas acciones de cuidado y bienestar son fundamentales. Al respecto, recomiendan:
- Tratar de seguir haciendo cosas que solía disfrutar
- Mantener el contacto con amigos y familia
- Hacer ejercicio a menudo, aunque solo sea dar un paseo
- Seguir, si es posible, unos hábitos alimenticios y de sueño regulares
- Evitar o reducir el consumo de alcohol y no tome drogas ilícitas, que pueden empeorar la depresión
- Contar a alguien de confianza cómo se siente
- Acudir a un proveedor de atención de salud.