“Lo laboral ha comenzado una nueva era de nuestra civilización, un salto tecnológico de masividad total que nos lanza definitivamente hacia adelante y nos obliga a formarnos y a mirar nuestras capacidades y potencialidades de otro modo”, sostiene Marcelo Villegas. Y agrega: “Todos los supuestos, convenciones y paradigmas, al menos serán reconsiderados y revisados a la luz de lo que el mismo hombre ha creado con la Inteligencia Artificial”.
Así, se presentan tanto peligros como posibilidades. Dentro de estas últimas, el especialista en negociaciones complejas, derecho laboral y recursos humanos destaca las relacionadas a la expansión de las fronteras creativas, la velocidad de respuesta, la adquisición de conocimientos en niveles y caudales nunca antes imaginados y la incorporación de dimensiones de análisis que dan (usando las herramientas adecuadas), mucha precisión y certeza.

Igualmente, Villegas advierte que la utilización de los recursos de la IA “en las pequeñas y medianas empresas, depende mucho del nivel de maduración de cada una, su estructura y podemos decir que llega en la inmensa mayoría de los casos de la mano de empleados con iniciativa, hasta que en el algún momento ingresa en los procesos de la compañía y se estandariza”.
En tanto, en las grandes firmas, se están desarrollando nuevas políticas en materia de seguridad informática para evitar la fuga y robo de información, entre otras amenazas. De esta manera, actualmente el liderazgo enfrenta numerosos retos. Por ejemplo, “la convivencia de distintas generaciones de trabajadores en una misma organización con tiempos de adaptación y aprendizajes distintos” -expone Marcelo-.
Y añade: “También aquellos que suponen revisar procesos, perfiles, volúmenes de trabajo y rediseñar estructuras y configuración de los equipos, a la vez que formarse y acompañar en la transición de estos procesos a cada miembro”.

Humanizar el liderazgo
“Si tomamos al líder como un arquetipo y hacemos un poco de historia, este ya cabalgó el paso de la tradición oral a la escrita con la aparición de los primeros manuscritos y alfabetos; lo propio hizo con la llegada de la industria editorial, los periódicos, la radio, el teléfono, la televisión la computación, el e-mail, los celulares, el chat y ahora la IA”, señala Villegas y remarca que lo más importante es capacitarse. A su vez, la empatía como habilidad blanda también se posiciona como crucial.
Por otra parte, se suma el manejo de la frustración y de las emociones negativas como el temor a lo nuevo y la resistencia a los cambios.
“Un líder es tal, además de su expertise técnico o su formación y calificaciones personales porque sabe cómo funcionan las personas, su alma, Es aquel que logra que el todo sea mayor a la suma de la individualidades; y en esta etapa debe transmitir confianza demostrando que la IA nunca reemplazará un feedback constructivo; un abrazo por la euforia de un éxito o logro; un acompañamiento con las palabras adecuadas cuando pese al esfuerzo y dedicación algo no salió como se esperaba”, indica también.
Dilemas y precauciones
El fraude, la creación de herramientas para engañar, para mentir o para hacer daños obviamente son parte del menú hoy también. Al respecto, Villegas dice: “Estas herramientas pueden ser poderosas para el bien o para el mal, por lo que la autorregulación y la cautela son fundamentales”.
“El control parental sobre nuestros niños deberá incrementarse y evolucionar; la compañías a través de sus departamentos de seguridad informática y antipiratería fijan normas para cuidar a personas y empresas”, suma.
“A nivel más general los sistemas jurídicos y judiciales, como así también las políticas públicas de prevención han comenzado un proceso de adaptación, -concluye- pero como sucede siempre algunos países y sociedades toman la delantera y otros van más rezagados.