José Meolans, o simplemente “Pepe”, es uno de los deportistas más prestigiosos que ha dado Córdoba, con pergaminos deportivos jamás alcanzados por otro nadador: Representante Olímpico en los JJ. 00. De Atlanta 1996, Sydney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008. Además, fue Campeón del mundo en el 2002 y Campeón Panamericano en el 2003.
Durante la producción de moda para Revista OCIO, Pepe Meolans habló con nosotros acerca de su rol como papá, sobre su perfil como entrepreneur y hasta de su motivación por convertirse en periodista deportivo.
Por José del Franco
Gonzalo Bonadeo supo decir una vez que José Meolans “es una de las personas más sanas y nobles que conocí a lo largo de mi carrera profesional”. Y no se equivoca. Cómodamente instalado en su casa ubicada en el noroeste de la ciudad, Pepe rompe el hielo contando cómo es hoy un día en su vida: “Suelo levantarme temprano y preparar el desayuno para mi familia”, cuenta José, quien logró conformar junto a Valeria Lebeau, su mujer, y Martina, su hija.
“A la mañana, que quizás uno esta con más energía, hago ejercicios. Voy al gimnasio, a nadar o a andar en bici durante una hora y media”, relata. Luego, se acomoda de acuerdo con la rufina que demande su emprendimiento personal: Meolans Swimwear. “Por la tarde ya tengo casi una rutina fija en el Quality ISAD donde curso la carrera de periodismo deportivo”, completa. “Hacer algunos mundiales de natación, cubrir algunos Juegos Olímpicos, además de sumar alguna formación, me impulsaron a estudiar la carrera. Motivado, quizás, pensando a futuro, por una propuesta concreta de alguna sefial televisiva”, confiesa.
—¿Qué recuerdos tenés de tu infancia, de la relación con tu papá y tus abuelos?
—Muy linda. Una relación muy cercana con toda mi familia, de compartir los fines de semana en Carlos Paz en la casa de mis padres. lbamos los Viernes y nos quedábamos todo el fin de semana. Mi abuelo paterno, Ángel, era muy fanático de los deportes. Jugábamos al fútbol entre la familia, por lo general siempre perdia y me volvía loco cuando me gastaba. Era parte del juego porque nos reíamos y la pasábamos bien.
—¿Y con tu abuelo materno?
—Con Eliseo también. Pero como esa rama de la familia es de Morteros, quizás comparfia otras cosas. Incluso viví en la ciudad de Morteros un tiempo. Cada vez que necesitaba algo, mis viejos y mis abuelos estaban.
—¿Coincidís con aquellos que sostienen que la diferencia entre un buen padre y un papá bueno radica en el hecho de saber decir que no?
—Totalmente. Creo que de esa manera uno forma y educa a sus hijos en una línea basada en el respeto. Sabiendo hasta donde sí y hasta donde no. Transmitir valores y saber realmente donde están los límites.
—¿Recordás el momento en el que te enteraste de que ibas a ser padre?
—Lo recuerdo, sí (risas). Era una noche de agosto. Estábamos junto a mi mujer y ella había comprado para hacerse el test. Obviamente, le di su momento y de repente pegó un grito de felicidad.
—¿Es una gran responsabilidad traer un hijo al mundo?
—Seguro que sí. Pero insisto en que es fundamental transmitir educación de padre a hijo, de las responsabilidades en cada etapa de sus vidas, saber qué principios y valores inculcar; y forjar para que los mantengan porque los nifios de hoy serán el futuro de la sociedad. En este momento necesitamos mucho de eso, que sepan del esfuerzo cuando hay que concretar algo; y, sobretodo, del respeto por los demás.
“Mi entrenador siempre me decía: ‘La duración del aprendizaje no existe’. Me quedó grabada.”
En la actuafidad, Martina, su hija, ya tiene 7 años. ”Es toda una experiencia nueva. No hay un manual de cómo ser padre. Vas aprendiendo con el correr del tiempo. Lo que sí haces es recordar cómo fueron tus padres y tomás las cosas útiles para la crianza. Sin dudas, cada paso ha sido muy agradable y ahor me doy cuenta con rapidez que han pasado las cosas. Es cierto cuando te dicen ’disfrutá y aprovechá cada momento’ porque pasa rápido”, narra. ¿Y te dice ’papá vamos a jugar a las barbies’? ”Juego, por supuesto… hasta que le paso la pelota a la mamá”, contesta entre risas.
”Es un momento en el que disfruto mucho de mi hija porque coincidimos en algunos gustos, en programas que armamos, en quehaceres que son complementos de la familia en sí pero te permiten compartir la vida con ella”, describe. Y agrega: “A veces te cae la ficha y decís ’qué grande está’ cuando te dan respuestas con las que te quedás tecleando. Los chicos de hoy son distintos. Me comparo a mi edad y creo que no había forma de dar una respuesta como quizás la dan hoy”.
Ping Pong
Un perfume: Polo 4, Monthlanc.
Una marca de ropa: Meolans Swimwear.
Música preferida: Rock.
Su costado emprendedor
Meolans Swimwear, una firma dedicada a la confección y producción de trajes de baño, marcó el inicio de su versión emprendedora. ¿Cómo te sentís con ese rol? le preguntamos. “Va muy bien encaminado. Sabemos que hay mucho por hacer y mejorar porque estamos con la idea de salir con la línea femenina. Hemos dado pasos seguros estos años, con un desarrollo cuidado de las prendas y brindando una respuesta al cliente”.
Las clínicas y disertaciones son otros de los aspectos que lo mantienen como protagonista. “Campus con tu ídolo” es un programa llevado a cabo con la Secretaría de Deportes de La Nación que pretende ejecutarse en las 24 provincias de la Argentina. “Buscamos que todos los chicos se vean estimulados por la práctica deportiva”.
— En el libro Nadar, por qué la natación nos ayuda a vivir mejor contás tus experiencias, ¿cómo surgió y qué conclusiones te dejó?
— Junto al periodista Adrián Flores trabajamos durante mucho tiempo para poder editarlo. Él fue el que me dio el empujón final haciéndome ver que yo tenía muchas cuestiones que reflejar, que la natación nos ayuda a vivir mejor. Ha sido una satisfacción.
Fotografía: Mariano Bazan
Modelo: José Meolans
Hair y make up: Gustavo Allamirano
Agradecimientos: Valeria Lebeau
Producción general: Cheche Caudana y Candelaria Zeballos