Con las Sierras de Córdoba al fondo del paisaje, Estancia El Colibrí sintetiza el sueño argentino de los franceses Stéphanie y Raoul Fenestraz. Con sus pisos de madera oscura, su estilo colonial y sus muebles moteados, este encantador hotel, ubicado en camino a Santa Catalina, está principalmente inspirado en las estancias argentinas de principios del siglo pasado con un espacio exterior omnipresente. Paseos a caballo, lecciones de polo o descansar en la pileta, son algunas de las actividades que anteceden a las deliciosas experiencias culinarias con el asado como toque de distinción final. Recorremos este lugar paradisíaco, emplazado a pocos kilómetros de nuestra capital e ideal para disfrutar de unas vacaciones de aventura, románticas o en familia.
Por Cheche Caudana
Ubicada en el paradisíaco entorno de las Sierras de Córdoba, El Colibrí Estancia de Charme es la justa combinación entre el refinamiento de la hotelería de alta gama europea, el encanto y la hospitalidad de un ambiente hogareño y la aventura de un turismo diferente. El casco de la estancia está situado en el centro de 170 hectáreas rodeadas por un río y cuenta con su propia producción de carne y su huerta.
El establecimiento fue creado a principios del 2000 por Raoul Fenestraz, integrante de una familia propietaria de hoteles en los Alpes franceses y otros lugares de Europa quien, después de las primeras visitas al país, sintió la necesidad de trazar su propio camino. Junto a esposa Stéphanie y sus tres hijos, decidió entonces dejar su Saboya natal para mudarse a Argentina y comprar estas tierras para continuar con su sueño hotelero.
Inspirada en las estancias argentinas de principios del siglo 20 y miembro de Relais & Châteaux, El Colibrí cuenta con nueve suites, vecinas a la casa familiar, y está decorada con muebles y objetos seleccionados especialmente por Stephanie (mujer de Raoul), quien recorrió kilómetros por todo el país para elegir piezas únicas que hay en los distintos ambientes.
Cada habitación tiene su personalidad y cada detalle está inspirado en una historia. Un espejo que perteneció al presidente Alvear, piezas de bronce de las empresas inglesas de ferrocarril o un antiquísimo aguayo boliviano, son algunas de las maravillas que decoran la casa. La enmarca un jardín colmado de flores desde donde se escucha el tintineo de campanas de las yeguas madrinas en las chacras, se observan los vuelos entrecruzados de los colibríes y se disfruta plácidamente de la hermosura de la naturaleza.
Las experiencias
Con sus aromas y colores, la estancia El Colibrí es un verdadero lugar de comunión con la naturaleza, donde se puede experimentar la constante interacción con animales, ya sea en paseos a caballo guiados por los propios gauchos de la estancia o practicando polo junto a
jugadores profesionales.
Los atardeceres invitan a sentarse en la galería de la estancia, para observar las sierras cordobesas y realizar avistaje de aves; hay más de 170 especies para los entusiastas de la ornitología. Visitar la granja es la experiencia favorita de los niños ya que allí pueden interactuar directamente con los animales: ordeñar la vaca, recoger los huevos del gallinero, alimentar ovejas y cabritos y conocer los conejos. Los caballos y las vacas también pueden verse alrededor de la estancia, junto a los nuevos integrantes de la Maison Fenestraz como son los ciervos, maras, llamas y avestruces.
Los senderos que rodean el campo son imperdibles para realizar senderismo, andar en bicicleta y recorrer la estancia, corrales, cancha de polo y llegar hasta el río.
El arte culinario merece párrafo aparte. El chef crea cada día platos delicados con las
mejores materias primas. Los vegetales y aromáticas que se utilizan son cultivados en la huerta y los lácteos, huevos y la carne se obtienen de los animales criados en la hacienda.
Imperdibles son los almuerzos en el restaurante La Table donde se ofrecen menús temáticos como el norteño (con platos típicos de esa región de nuestro país) o la noche italiana con todo tipo de pastas. Pero el que se lleva todos los aplausos es el típico asado argentino, con variedad de cortes y donde el chef despliega todo su talento. Para coronar el momento, los menúes se pueden acompañar con una exclusiva selección de vinos de las tres regiones vitivinícolas de Argentina (Mendoza, Salta y Patagonia) que ofrece La Cava de la estancia. Además, siguiendo el contacto con la naturaleza, se realizan almuerzos en la huerta y a la vera del río, con ingredientes frescos y recién cosechados, mientras se disfruta del aire libre y la experiencia de ver en vivo y en directo al chef preparando cada plato.
Más info
Web: estanciaelcolibri.com
@elcolibrirelaischateaux