“La alimentación conocida como BLW (Baby-Led Weaning) es una forma de introducir alimentos sólidos desde aproximadamente los 6 meses y consiste en ofrecer los alimentos en trozos, permitiendo que el bebé los tome y coma por sí mismo, en lugar de utilizar papillas o purés como se hace tradicionalmente”, explica María José Cacciavillani, Licenciada en Nutrición (MP 4034) sobre el método tendencia.
Asimismo, señala que este “se basa en la capacidad del bebé para autorregularse y decidir cuánto comer, respetando sus señales de hambre y saciedad“.“Al permitir la exploración de los alimentos, favorece una mayor aceptación, ya que a través de sus sentidos el bebé aprende a identificar sabores, texturas y la forma real de los alimentos”, agrega.
De esta manera remarca, a su vez: “Ofrecer los alimentos en trozos también estimula la masticación y el manejo de diferentes texturas en la boca, lo que a largo plazo se asocia con una mejor aceptación de alimentos variados”
“Además, promueve la participación activa del bebé en las comidas familiares, -indica la profesional- favoreciendo su desarrollo social y habilidades motoras”. En este marco, María José valora que “la popularidad de BLW ha crecido en los últimos años por su novedosa manera de presentar los alimentos, que promueve la autonomía y la exploración desde el inicio”.

Beneficios
- Fomenta la autonomía y confianza del bebé al permitirle tomar decisiones sobre qué y cuánto comer.
- Favorece la coordinación mano-boca y el desarrollo de habilidades motoras finas.
- Permite la exploración de diferentes texturas, colores y sabores, lo que puede facilitar la aceptación de nuevos alimentos a largo plazo.
- Promueve una relación más positiva con la comida, basada en la autorregulación del apetito.
- Se asocia a menor riesgo de obesidad infantil, ya que el bebé aprende a reconocer las señales de hambre y saciedad.
Es importante destacar que estos beneficios solo se alcanzan en un entorno que favorezca una alimentación perceptiva. Esto implica que padres o cuidadores acompañen al bebé, lo asistan durante el proceso y, sobre todo, respeten sus señales de hambre y saciedad, permitiéndole decidir cuándo quiere comer y cuándo ha tenido suficiente.
Peligros y cuidados
El mayor riesgo asociado con el BLW es el atragantamiento, por lo que es fundamental ofrecer alimentos seguros, adecuados a la etapa de desarrollo del bebé. Algunas precauciones incluyen:
- Ofrecer alimentos de tamaño y textura adecuados (blandos y fáciles de deshacer con las encías o lengua).
- Evitar alimentos con alto riesgo de atragantamiento como frutos secos enteros, uvas enteras o trozos grandes de carne.
- Supervisar siempre al bebé mientras come.
- Informarse sobre maniobras de primeros auxilios para el atragantamiento.
Primeros pasos
- Asegurarse de que el bebé esté listo para comenzar con sólidos, verificando que cumpla con los signos de preparación: mantenerse sentado con apoyo, haber perdido el reflejo de extrusión y mostrar interés por la comida. Estos signos suelen aparecer alrededor de los 6 meses, aunque cada bebé tiene sus propios tiempos. Si aún no muestra interés, es importante no apresurarse y respetar su ritmo.
- Evitar alimentos con alto riesgo de atragantamiento, como frutos secos enteros, uvas enteras, gajos de mandarina, cerezas, aceitunas, pochoclos o trozos grandes de carne.
- Ofrecer los alimentos por separado para que el bebé pueda reconocer cada sabor y textura.
- Elegir alimentos blandos y de fácil agarre, como bastones de zanahoria cocida, batata o trozos de palta.
- Introducir un alimento nuevo a la vez, observando posibles reacciones alérgicas.
- Incorporar variedad de alimentos nutritivos de manera gradual, evitando aquellos con sal, azúcar o aditivos.
- Permitir que el bebé explore, manipule y se ensucie sin presionarlo para comer. El juego forma parte del aprendizaje.
- Mantener una rutina de comidas en familia para que el bebé aprenda por imitación.
- Ser pacientes y respetar los tiempos del bebé, evitando forzarlo a comer cierta cantidad.
Igualmente, más allá de las ventajas, la profesional advierte: “Es fundamental recordar que el método BLW ofrece múltiples beneficios, pero no significa que el método tradicional de papillas no sea válido. Lo más importante es que cada familia elija la forma de alimentación con la que se sienta segura, ya que además de ofrecer alimentos, se está enseñando el valor de la confianza”.
“Hasta el primer año de vida, la leche materna o de fórmula sigue siendo el alimento principal, por lo que la incorporación de sólidos tiene más un rol de exploración que nutricional”, aclara también y añade que “el objetivo es que el bebé conozca los alimentos, se familiarice con sabores y texturas, y poco a poco desarrolle sus propias preferencias”.
“El BLW puede ser una experiencia enriquecedora para los bebés y sus familias si se lleva a cabo con la información, la paciencia y la supervisión adecuadas”, cierra finalmente María José.
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