Uno de los temas más hablados últimamente es el reemplazo de los cueros de animales por opciones más sustentables, a causa de la gran preocupación por la crueldad extrema y la destrucción ambiental asociada a la producción de pieles.
El famoso cuero tradicional y natural es uno de los materiales más tradicionales en la historia de la vestimenta, pero es un producto que tiene los días contados, ya que los movimientos en defensa de los animales cada vez han tomado más protagonismo y fuerza.
Greenpeace y la organización anti-pieles Lynx utilizó la frase: “Se requieren hasta 40 animales tontos para hacer un abrigo de piel. Pero solo uno para llevarlo puesto”.
¿La noticia? Es que en los últimos años un gran número de marcas importantes, como Burberry, Gucci, Michael Kors, Valentino, Versace, Armani y otras más, anunciaron que dejarían de incluir productos con pieles animales; notaron que hace un tiempo esta nueva generación busca ese nivel máximo de sustentabilidad en las prendas y apostaron por el famoso cuero vegano. Así como los emprendedores e independientes también apuestan hace años a una propuesta más sustentable de cuero vegano. Y eso no es todo, ¡Hasta la reina dejará de usar pieles!.
El cuero vegano está hecho de distintos tipos de plásticos, hasta materiales como corcho, plástico reciclado, caucho, etc.
El cuero vegano está hecho de distintos tipos de plásticos, hasta materiales como corcho, plástico reciclado, caucho, etc. Pero acá viene la pregunta: ¿Cuál es la opción más sustentable? ¿La hemos encontrado? En los dos procesos pasamos por sustancias y materiales invasivas para llegar al producto. Lo último que se está implementando son los hongos y plantas para realizarlo, dejando de lado los plásticos. Pero se considera que es un largo proceso y que queda mucho por investigar.
Lo importante es que cada vez más marcas, grandes y pequeñas, apuestan por eliminar las pieles reales. A medida que pase el tiempo nos vamos a sentir más tranquilos sabiendo que nuestros productos no han provocado el maltrato y muerte de miles de animales.
Por. Julieta Pasciucco