La infancia de Flavia Dellamaggiore transcurrió en Arroyo Cabral, una localidad del interior de Córdoba, de donde es oriunda. Allí, tuvo su primer contacto con la comunicación y, principalmente con la radio, al atravesar la niñez sintonizando la propaladora de la ciudad, ubicada en casa de sus abuelos.
Se trata de un sistema que difunde señal de audio por redes de cableado. Estos finalizan en parlantes, dispuestos en postes de alumbrados o troncos de árboles. “Quizá para algunos es una rareza, pero en los pueblos es algo habitual”, cuenta Flavia, en diálogo con Ocio.
Además, hija y sobrina de locutores, reconoce que “siempre” estuvo vinculada con los medios de comunicación. “Conviví con eso. No fue algo impuesto, realmente amaba”, rememora. Y añade: “Recuerdo cuando mi viejo me llevaba a su trabajo y era algo hermoso. Todavía tengo en mi memoria ese olor. Se ve que estaba escrito que me gustara tanto”.
Así, al momento de elegir una carrera universitaria no tuvo dudas sobre el rumbo a seguir. Inició sus estudios en el Colegio Universitario de Periodismo (CUP) y años después, se recibió de Locutora y Licenciada en Comunicación Social.
Sobre su etapa facultativa, recuerda: “Fue un esfuerzo económico grosísimo para mi familia y lo asumí con mucha responsabilidad. Tenía que hacerlo en el tiempo estipulado y me dediqué exclusivamente a eso”.
Primeros pasos y presente renovado
Poco después de adquirir sus títulos y convertirse, además, en mamá, Dellamaggiore comenzó a ejercer su vocación. Fue en Villa María y remarca aquella experiencia como “super formadora”.

Sin embargo, tiempo más tarde y con un bebé, la necesidad de un sustento económico mayor se impuso, lanzando a Flavia a la búsqueda laboral que derivó en el desembarco a Cadena 3. Corría el año 2005 y la joven recibía paralelamente dos propuestas: una en su Córdoba natal y otra en Buenos Aires.
“Mi corazón estaba en Córdoba, aposté por eso y agradezco haber tomado esa decisión porque soy inmensamente feliz”, reflexiona. Desde entonces, forma parte de la estación radial y mediante la autenticidad y alegría que la caracterizan, se consagró como una de las voces femeninas más queridas por los cordobeses.
En tanto, hoy, se encuentra al frente de Cadena Heat, un proyecto de entretenimiento y música de alcance nacional, que surgió como parte de un plan de expansión de la emisora local.
“Tengo puesta la cabeza en esta iniciativa nueva que creo requiere todas mis energías, creatividad y ganas”, reflexiona la locutora. De esta manera, acompaña a los oyentes a través de los programas “Fiesta de Locos” (con Javier Rosemberg) y “Ahí vamos”.
Trayectoria y proyección de Flavia Dellamaggiore
Actualmente, los días de Flavia continúan su curso en el estudio que la acogió hace casi 17 años. Sobre su tarea, señala que “lo mejor es el encuentro con los oyentes”. “Ese ida y vuelta, que me parece bastante exclusivo de la radio, me fascina porque hace poco rutinario el trabajo. Es impredecible porque del otro lado hay personas de carne y hueso”, amplía.
También, destaca su vínculo con Rosemberg: “Trabajar en dupla requiere de cierto ejercicio, pero tenemos una relación excelente, nos llevamos fantásticamente bien”.

En cuanto a hitos en su carrera, menciona su paso por la cancha, cuando oficio de voz del estadio para Belgrano. “Estuvo buenísimo, fue fascinante presentar a los jugadores, -cuenta- y estar ahí. Además, por el club tengo un cariño especial y me encantaría repetirlo”.
Asimismo, aborda su faceta docente. La locutora se desempeñó hasta el año pasado en el CUP –donde se formó- y ahora es parte de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UNC.
Al respecto, expone: “Soy bastante poco ortodoxa a la hora de dar clases y trato de transmitir lo que la experiencia me ha dado para que les sume a mis estudiantes, pero en un ambiente descontracturado, informal”. A su vez, remarca la importancia de enseñar a “perfeccionar la técnica y dar un sentido estético”.
Finalmente, cierra con sus planes a futuro, aunque aclara que prefiere “no pensar a largo plazo”. “Me gustaría en algún momento estudiar un idioma. Quienes me conocen saben que amo el portugués y esa cultura”, concluye.