*Especial, por Cris Schwander
Decimos que tenemos estrés o distress porque no nos alcanza el tiempo o porque sentimos que no lo tenemos. Sin embargo, el tiempo es lo que es, no se lo tiene, no se pierde por sí mismo, sino que se gestiona.
Hay acciones que nosotros privilegiamos y nos hacen perder el tiempo, lo que muestra claramente que no lo valoramos. Así, el criterio para gestionar nuestro tiempo es saber cómo queremos vivir, ya que si no nos alcanza el tiempo es porque no tenemos en claro nuestras prioridades.
A continuación me permito listar algunos “quita tiempos” y, al finalizar su lectura, seguramente podrás agregar los tuyos.
- No nos alcanzará el tiempo si no tenemos claras nuestras metas. Tomémonos un tiempo para definir qué es lo importante y qué es lo urgente.
- No nos alcanzará el tiempo si no nos organizamos. Utilizar una agenda y dedicar un tiempo para repasarla, modificarla si es necesario y planificar mentalmente cómo será nuestro día nos permitirá aprovechar nuestro tiempo de un modo más sereno y fluido.
- No nos alcanzará el tiempo si estamos en distress (estrés insano). Es uno de los mayores «quita tiempo». No nos permite conectarnos y concentrarnos ni tomar decisiones con lucidez; nos lleva al desgano y la apatía. Cada día será importante tomar un tiempo para calmar la mente y el cuerpo, meditando y practicando la Atención Plena.
- No nos alcanzará el tiempo si no mejoramos las conversaciones. A través de ellas coordinamos acciones. Hablemos claro y escuchemos atentamente.
- No nos alcanzará el tiempo si no nos animamos a decir «no». Aprendamos a decir “no” asertivamente, a aquellas cosas que no podemos o no somos capaces de hacer.
- No nos alcanzará el tiempo si no sabemos pedir y delegar. Mientras más y mejor conozcas tu equipo y personas con las que te vinculas más fácil será pedir y delegar.
- No nos alcanzará el tiempo si permitimos constantes interrupciones, entre otras, la generada por redes sociales, whatsapp y mails. Silenciemos los dispositivos mientras realizamos una actividad que requiera concentración. Planifiquemos momentos puntuales del día para: chequear mensajes, responder, etc. Organicémonos para no ser interrumpidos.
- No nos alcanzará el tiempo si vivimos de reunión en reunión o si no organizamos nuestros traslados. Preparemos las reuniones de antemano, definiendo las personas que realmente deben participar, los temas a tratar y el tiempo de duración.
- No nos alcanzará el tiempo si continuamos con falsas imposiciones y/o falsas obligaciones. Muchas veces nos obligamos a realizar tareas como si fueran obligaciones cuando en realidad son elecciones y, como tal, es posible dejar de hacerlas o pedir ayuda cuando nos vemos sobrepasados. Por ejemplo: «tengo que hacer de comer yo todos los días». ¿Estás seguro que es así? ¿Tenés o preferís?
- No nos alcanzará el tiempo si no gestionamos adecuadamente las emociones. Por ejemplo: si por vergüenza o miedo no hacemos aquello que necesitamos hacer. Si por culpa nos hacemos cargo de modo inefectivo de acciones y tareas.
Es importante saber que algunos «quita tiempo» vienen del exterior (por ejemplo: las interrupciones, las reuniones que duran más de lo necesario, una situación de crisis) y otros los generamos nosotros mismos (por ejemplo: revisar y responder constantemente las redes sociales o mensajes de Whatstapp, estar desorganizados o no saber delegar).
Ahora, que ya has reflexionado ¿Qué vas hacer, con tu preciado y precioso tiempo?