Cada vez es más común escuchar a personas hablar de eliminar el gluten de su alimentación, sean o no celíacas. Veamos si esto es realmente saludable o se ha convertido en una tendencia de moda.
El gluten es una proteína de origen vegetal, que se encuentra en las harinas de cereales como el trigo, avena, cebada y centeno, de cuyas iniciales proviene la sigla TACC. El término ‘sin TACC’ identifica a los productos alimentarios libres de gluten. La enfermedad celíaca o celiaquía es una in- tolerancia permanente al gluten, se caracteriza porque produce una mala absorción intestinal que trae consigo varios problemas nutricionales, por lo cual personas con esta patología deben eliminar el gluten de su alimentación de manera permanente. El gluten tiene un bajo valor nutricional y biológico, por lo que no es indispensable para el ser humano. Es decir, no pasará nada si se retira de la alimentación. Aunque si bien no es indispensable para la salud, los alimentos que contienen gluten son ricos en otros nutrientes, como fibra, vitaminas y minerales que sí son necesarios para nuestro organismo.
Si eliminamos el gluten de forma permanente, sin tener una patología diagnosticada, nos podemos volver intolerantes a esta proteína debido a que el organismo deja de generar enzimas digestivas necesarias para degradarla y a futuro cualquier ‘desliz’ en la alimentación puede ocasionar una digestión lenta o malestar gastrointestinal.
Muchos de los alimentos que contienen gluten coinciden con que son alimentos bastante calóricos, como ser productos de panadería en general, pizzas o los cereales de desayuno azucarados. Evidentemente, si evitamos estos productos y los reemplazamos por alimentos frescos y más saludables, nos ayudará a controlar nuestro peso. Esto es así, independientemente del hecho de que con- tengan o no gluten. Pero una dieta basada en alimentos sin glu- ten no es adecuada para las personas que no son intolerantes a esta proteína. No tiene por qué hacernos adelgazar o ayudarnos a bajar peso y no hay estudios que lo sustenten. De hecho, muchos de los alimentos sustitutivos de los productos con gluten pierden sabor y para conseguir una mayor palatabilidad se utilizan cantidades mayores de azúcar y de grasas trans. Por eso es importante llevar a cabo una alimentación consciente y equilibrada, pudiendo ingerir, sin tener una patología que lo impida, todos los alimentos en las cantidades adecuadas que necesite cada organismo.
Paola Tosolini
Lic. en Nutrición – M.P:2936
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