En épocas de altas temperaturas como lo es el verano, es importante cuidar el cuerpo y la salud ante la exposición solar y las consecuencias que puede traer cuando la misma se prolonga. Desde el servicio de Guardia Médica del Hospital Privado Universitario de Córdoba, acercan información para detectarlo y prevenirlo, ya que se trata del efecto más grave del calor, porque falla la capacidad de regular la temperatura del cuerpo y puede elevarse hasta los 40°C. Debe diferenciarse del agotamiento por calor ya que, si bien son estadios del mismo proceso, el golpe de calor conlleva una mayor intensidad de los síntomas.
Principales síntomas para reconocerlo:
- Cefalea
- Mareos
- Nauseas
- Vómitos
- Sudoración
- Debilidad generalizada
Síntomas menos frecuentes (por exposición prolongada)
- Sincope
- Hipotensión arterial
- Desorientación, confusión
- Dificultad para respirar
- Falta de sudoración
- Insuficiencia o falla renal
- Edema pulmonar
- Arritmias cardíacas
¿Quiénes presentan un mayor riesgo de sufrir un golpe de calor?
Hay grupos de personas que particularmente tiene mayor riesgo de sufrirlo:
- Bebés y niños pequeños.
- Adultos mayores de 65 años.
- Personas con enfermedades crónicas, enfermedad cardiaca, renal o hipertensión arterial.
- Pacientes con discapacidad, postrados, desnutridos.
¿Cómo actuar ante síntomas?
Para evitar cuadros graves, desde el servicio de Guardia Externa del Hospital recomiendan:
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- Permanecer en un sitio fresco.
- Aplicar compresas húmedas o agua directamente.
- Solo si la persona está consciente, beber agua de a pequeños sorbos.
- Buscar atención médica inmediata si los síntomas son severos o duran más de una hora.
¿Cómo prevenir un golpe de calor?
Para evitar los efectos que el calor tiene sobre la salud, es importante tener ciertas precauciones.
En el hogar y la calle:
- Cubrir las ventanas que reciben el sol con cortinas, toldos o persianas.
- Usar ropa suelta, ligera (algodón, lino) y cómoda, de colores claros.
- Refrescarse con una ducha o mojarse con agua fresca.
- Tomar agua o bebidas frescas, bajas en azucares, no gasificadas. Es importante el consumo de líquido, aunque no la persona no tenga sed (1 o 2 vasos de líquido cada hora).
- Usar elementos de protección, como sombrero de ala ancha.
- Evitar los trayectos en auto durante las horas de más sol. No dejar a niños o animales domésticos solos en vehículos cerrados.
- Evitar tomar sol. Las quemaduras del sol disminuyen la capacidad de la piel de mantener la humedad y temperatura.
- Eludir realizar actividad física intensa durante las horas de más calor.
En la alimentación:
- Aumentar el consumo de frutas de verano y verduras.
- Preparar comidas equilibradas, ligeras y regulares. Evitar aquellas ingestas calientes, copiosas y de digestión lenta.
- En caso de padecer alguna enfermedad que implique una restricción de líquidos (enfermedades cardíacas, renales o del hígado), consultar con el médico antes de aumentar la ingestión de líquidos.
- Evitar la ingesta de bebidas alcohólicas, ya que alteran la capacidad de respuesta al calor y favorecen la deshidratación. Evitar también aquellas con cafeína.
Recordá consultar inmediatamente al médico ante la aparición de los primeros síntomas o dirigirse al servicio de Guardia de Hospital Privado Universitario de Córdoba.