Romina Biagioli llegó por segunda vez a los JJOO, tras su experiencia en Tokio 2020. Clasificó después de terminar en el 20° lugar en la Copa del Mundo en México, a pesar de competir con una costilla fisurada. Además, ganó dos medallas de bronce en el Campeonato Panamericano de Triatlón y obtuvo dos medallas en los Juegos Suramericanos de Playa. A futuro, desea impartir su experiencia a jóvenes de alto rendimiento, a través de una fundación, club u organización.
Con más de una década de trayectoria en el triatlón, dio sus primeros pasos en la actividad física gracias a la influencia de una familia de deportistas que la inspiró desde la infancia. Y respecto a la disciplina elegida, confiesa que llegó por casualidad. Tras tomar la decisión de abocarse a la misma, se radicó en Brasil buscando apoyo y posibilidades de progresar.
“En Argentina era todo un desafío el buscar hacer esto profesionalmente”, explica. Igualmente, pudo hacerlo. Soñó participar en los Juegos Olímpicos y lo cumplió en dos oportunidades. Así, hoy el deporte es un estilo de vida para ella. “Me ayudó en otros ámbitos de mi vida personal, la superación, la resiliencia, hacerme responsable de lo que quiero”, asegura. Y reflexiona: “La motivación la romantizamos un poco pero cuando el foco está bien puesto, las cosas se van dando”.
ENTREVISTA COMPLETA A ROMINA BIAGIOLI: