“Octubre es el mes de concienciación sobre el cáncer de mama. Nunca pensé que haría un anuncio como este, pero aquí estamos. En diciembre pasado, me diagnosticaron cáncer de mama triple positivo en etapa 1. Después de completar la cirugía, la quimioterapia y la radiación ahora estoy libre de cáncer”, comenzó escribiendo Jenna Fischer de “The Office”.
Luego, la artista explicó que el cáncer de mama triple positivo es muy agresivo, aunque también es altamente responsivo a los tratamientos. En este sentido, sostuvo: “Afortunadamente, mi cáncer fue agarrado a tiempo y no se expandió a mis nodos linfáticos en el resto del cuerpo. Igualmente necesité quimioterapia y radiación para asegurarme de que no volviera”.
Y siguió: “Estoy feliz de decir que me siento genial”. A su vez, recordó cómo sobrellevó el tratamiento: “Perdí mi cabello durante la quimioterapia, pero gracias a unas geniales pelucas y sombreros con pelucas pude esperar hasta ahora para revelar qué me estaba pasando”.
“Estoy haciendo este posteo por un par de razones. Uno, estoy lista para deshacerme de las pelucas. Dos, para rogarles que vayan a hacerse mamografías. En serio, llamen a su doctor ahora”, le dijo a sus casi 4 millones de seguidores, haciendo hincapié en la importancia de la prevención temprana para afrontar la enfermedad de manera positiva.
La querida intérprete también aprovechó el posteo para agradecer al equipo médico que la acompaño durante todo su tratamiento y a las personas que se preocuparon por ella. En este marco, expresó: “Cada gesto, grande o pequeño, se sintió. También, muchas personas no se enteraron hasta hace poco. Necesitaba eso. Necesitaba espacios y que la gente no me tratara como a un paciente de cáncer”.
En los últimos párrafos elogió a Angela Kinsey, quien encarnó a Angela Martin en la serie protagonizada por Steve Carrell: “Afortunadamente he podido seguir trabajando durante los tratamientos. Este Todo fue porque trabajo con mi mejor amiga Angela Kinsey, quien me protegió y abogó por mí. Durante mucho tiempo, ella fue la única persona en mi espacio de trabajo que lo sabía. Cuando perdí el cabello, ella usaba sombreros en nuestras reuniones de trabajo para que yo no fuera el único”.
“Finalmente, debo mencionar a mi esposo Lee, quien ha estado a mi lado durante todo esto. Y me refiero literalmente a mi lado… cirugías, quimioterapia, citas con el médico, búsquedas interminables en Google, llantos feos a altas horas de la noche. Él estuvo ahí para todo. Sabía que era un buen partido cuando me casé con él. Tenía razón. Después de mis tratamientos finales de quimioterapia y radiación, Lee me preguntó si había algo que quisiera hacer para celebrar. Dije que simplemente quería tocar una campana, con los niños, en nuestro patio trasero, y todos tirando confeti. Entonces lo hicimos”, concluyó la actriz.