Este gran equipete está conformado por Vanina y Luciana, dos mujeres creadoras de esta marca imponente con estilo propio. Bolsos para mujeres descontracturadas y con fuerte personalidad. Desde la infancia conformaron juntas una amistad y hoy, socias y amigas, nos cuentan un poco del mundo Katakali.
-¿Cómo nació el proyecto Katakali?
Surgió en 2002, somos amigas desde los 6 años, fuimos al colegio juntas y las dos fuimos madres jóvenes; un día nos juntamos y salió el tema de que queríamos hacer algo independiente, para poder compartir tiempo con nuestros hijos. Y así surgió la idea de fabricar algo; siempre compartimos el gusto por la moda, entonces pensamos en carteras diferentes, algo más artesanal, algo distinto y así comenzamos. Fabricábamos con lo que teníamos a mano, recortes de tela, de cuero y reciclando prendas que teníamos.
Al principio fuimos a ferias de diseño en las que, sin darnos cuenta, ¡vendíamos todo! Era una época (2003/2004) cuando las ferias de Palermo eran un espacio de emprendedores llenos de creatividad y con ganas de hacer algo. De allí nos conocieron y surgió la posibilidad de trabajar para marcas locales y fabricarles pro- ductos terminados. Mientras, seguíamos trabajando para Katakali, vendiendo en ferias con todo y dejamos de trabajar para otros y nos dedicamos solamente a nuestra marca.
-¿Qué virtud clave encuentran para su sociedad?
Que somos más amigas que socias, nos tenemos mucha confianza, nos conocemos y coincidimos mucho. A la hora de tomar decisiones nos dejamos llevar por nuestra intuición y nos motivamos para seguir adelante.
-Para ustedes, ¿cuál es la clave para llegar a tener un emprendimiento exitoso y cuidar la amistad?
Poner en primer lugar la amistad, tener un objetivo en común y respetar al otro.
– Crisis que hayan atravesado juntas…
Creemos que esta es una de las crisis más grandes, al principio veíamos como que no había salida, la incertidumbre es muy grande, pensamos en cerrar el local, para achicar gastos, pero de a poco, con más esfuerzo y trabajo la estamos superando. En realidad, la transitamos gracias a las clientas del interior que siguen confiando en nosotras y que el producto gusta mucho, entonces es un gran estímulo para no aflojar.
-¿Cuáles son las metas a cumplir juntas?
Tenemos ganas de ampliar fronteras más allá de Chile y Uruguay. Así como también incorporar más productos a Katakali.
-¿Cómo se proyectan en 10 años?
En 10 años nos vemos trabajando igual, pero ojalá que con otra tranquilidad y en un país más estable. Esperamos que se sigan sumando clientes y seguir con las mismas ganas y pasión que tenemos hoy.
– Anécdota divertida Katakali
Al principio cuando íbamos a ferias… conocimos al encargado de compras de Prune, le gusto el producto y nos propuso que nos presentáramos con algunos modelos (que eran muy artesanales) haciéndole algunas modificaciones de calidad. Así fue que tuvimos una entrevista, encanto y de entrada nos pidieron 600 carteras. Salimos de la reunión y no sabíamos por dónde empezar. Habían elegido un modelo que tenía unas flores aplicadas sobre una gamuza y nosotras pegábamos pétalo por pétalo. Empezamos a entregar parcial y a los 15 días nos pidieron una reposición por qué habían sido las carteras más vendidas.