La “Incu Femi” surgió con el propósito de generar diversidad e inclusión en el ecosistema emprendedor. Sus proyectos incubados tienen una tasa de supervivencia del 75%.
A fines de 2018 un grupo de mujeres se unieron para formar la Incubadora Feminista Latinoamericana con el objetivo de fortalecer organizaciones, emprendimientos y cooperativas desde la economía feminista, haciendo foco en la generación de independencia económica.
La “Incu Femi”, como le dicen sus socias Guadalupe Rivero, Shams Selouma y Eliana Placci Arditi, surge con el propósito de generar diversidad e inclusión en el ecosistema emprendedor y busca darle lugar y visibilidad a diferentes proyectos y emprendimientos.
“Veníamos que en el sector no había mujeres y mucho menos diversidades. En todos los eventos y espacios que recorríamos pasaba lo mismo, no había mucha participación de mujeres”, cuenta Shams Selouma.
“La idea era generar un espacio para potenciar proyectos, potenciar a las mujeres y a las diversidades, pensar en el fortalecimiento de la sostenibilidad económica, más allá de solo hacer un programa de incubación”, agrega Eliana Placci Arditi.
La Incubadora Feminista trabaja con organizaciones, cooperativas y personas que buscan dar sus primer pasos dentro del emprendedurismo. Tienen una tasa de supervivencia del 75% en los emprendimientos que pasaron por los programas y los procesos de fortalecimiento y que hoy continúan trabajando .
Actualmente la Incu Femi trabaja con dos programas: Multiplicar y Fortalecimiento.
El primero cuenta con un enfoque de genero y economía feminista, allí ofrecen procesos de fortalecimiento y revisión institucional y brindan consultoría para aceleradoras, incubadoras y otras instituciones. Mientras que el segundo programa apunta a la independencia y sostenibilidad económica y está enfocado en contenido para emprendimientos, cooperativas y organizaciones autogestivas.
Sobre los fondos de la Incubadora, las socias explicaron que trabajan con organizaciones que cuentan con financiamiento internacional. “Cuesta un montón conseguir financiamiento. Dependemos de financiamientos externos todo el tiempo”.
Hoy la incubadora trabaja en dos proyectos. Por un lado en un programa de aceleración en donde se están incubando nueve emprendimientos sostenibles y de impacto impacto socio ambiental. El programa de aceleración tiene como objetivo clarificar ciertos números, pensar en un plan de escala para cuando se presente una ronda de una inversión. Este trabajo lo estamos haciendo en conjunto con Drimcom”, cuenta Selouma. El otro proyecto es la realización de un diagnóstico de perspectivas de género a instituciones del ecosistema emprendedor en Entre Ríos.
-¿Cómo está el ecosistema emprendedor en Córdoba?
-Shams: Creo que es un ecosistema emprendedor que aparenta ser diverso y en realidad no lo es. Las figuras más renombradas en el sector son siempre las mismas y si no son las mismas son de la misma clase socioeconómica, con los mismos recursos y herramientas.El emprendimiento hoy en día, en un contexto mundial donde el mercado laboral es cada vez más chico, no puede ser considerado solamente la startup tecnológica. Es necesario empezar a pensar en un ecosistema emprendedor cordobés más amplio y diverso. El Estado provincial y municipal hizo mucho por el ecosistema emprendedor, está muy presente en la agenda, pero yo creo que falta dar una vuelta de rosca en entender hacia qué espacio del emprendedurismo quieren apuntar y apuntalar con distintas estrategias. No es lo mismo darle el ABC emprendedor a personas que completaron el secundario que a personas que no lo hicieron.
-Al tratarse de una incubadora feminista, ¿perciben alguna dificultad?
-Eliana: Al nombrarnos feministas aparece un arma de doble filo, por una lado el filtro automático que esto genera. Tal vez no nos llueven oportunidades de trabajo o financiamiento con algunos sectores. Donde si percibimos más dificultad es en los procesos de expansión latinoamericana. En Argentina ya hay discusiones feministas que son menos controversiales, que no espantan tanto. Sin embargo en otros países la imagen feminista todavía generar mucha controversia que nos hace repensar en cómo nos nombramos si queremos intentar expandirnos un poco.
* Nota de Punto a Punto. Autora: Renata Palazzi Santisteban
