Corría el año 1992, cuando se instauró oficialmente la Semana Mundial de la Lactancia Materna por iniciativa de la WABA (World Aliance for Breastfeeding Action), la red mundial de personas y organizaciones que trabajan por el amamantamiento.
El objetivo –aún vigente- fue proteger, promover y respaldar el acto de lactar. Desde entonces, 170 países se unieron a la causa que, este 2022 rige bajo el lema “Impulsemos la Lactancia Materna: Apoyando y Educando”.
Así, se espera que “más madres encuentren la información necesaria y de manera gratuita, para cumplir sus objetivos de lactancia”, según se informa desde la página de La Liga de la Leche Internacional, una organización sin fines de lucro dedicada a la promoción de este procedimiento.
Por qué la lactancia es la mejor opción
En este marco, Ailin Vallejos, Licenciada en Psicología y Puericultora cordobesa, detalló los numerosos beneficios de dar el pecho. En primer lugar, señaló que “está comprobado científicamente que la leche materna es un alimento diseñado para la capacidad digestiva de niños y niñas”.

Así, se “constituye la base de la microbiota intestinal del bebé y, por tanto, su sistema inmunológico”, desde el calostro. Este se trata de un líquido que segregan las glándulas mamarias durante el embarazo y los primeros días posparto, que más tarde se convierte en leche madura.
“La leche transforma sus componentes a medida que el niño crece”, destacó. A su vez, remarcó que, en los lactantes disminuye la incidencia de “enfermedades infecciosas, respiratorias, como también de diarreas y deshidratación”.
En tanto, para la mamá, aseguró: “Quienes dan la teta tienen menos posibilidades de contraer cáncer de mama, ovario y útero o enfermedades como osteoporosis”. Y amplió: “La reducción de esas patologías se relaciona con la prolongación de la lactancia”.
Asimismo, hizo hincapié en el “sentimiento de valor y autoestima” que posibilita “alimentar de forma exclusiva” al recién nacido. “Hasta los 6 meses nuestro hijo ni siquiera necesita consumir agua si está siendo amamantado y marca la vivencia de la maternidad”, profundizó.
Por último, ahondó en el factor ambiental: “La lactancia no produce desperdicios ni contaminación. Mientras que, la fórmula genera una huella de carbono muy importante y para crearla se requiere mucha agua”.
Obstáculos
Aunque las ventajas de amamantar son múltiples y conocidas, también son sabidas las dificultades que pueden surgir. Al respecto, Vallejos explicó: “Si bien es un acto fisiológico para el que estamos preparados evolutivamente, frecuentemente ocurren complicaciones”. No obstante, aclaró que “por lo general, son fáciles de sortear con un acompañamiento adecuado”.

Uno de los inconvenientes más frecuentes es el dolor, del cual comentó que “se debe a un agarre incorrecto de parte del bebé, que toma desde el pezón”. ”Si no se corrige suelen aparecer lastimaduras y eso influye muchísimo en la introducción temprana de la mamadera, porque llega un punto que es insoportable y pueden producirse sangrados”, advirtió.
Además, genera una ingesta menor y eso deviene en problemas asociados al peso de los infantes. Por otro lado, en ocasiones, el bebé no busca o no logra prenderse de la mama. La profesional dijo que puede ocurrir por el ofrecimiento prematuro de chupetes o las mismas mamaderas que lo confunden. “Se acostumbra a las tetinas y no reconoce otra fuente de alimento ni la forma de extracción”, aseveró.
Finalmente, en oportunidades, la mutación del calostro trae consigo inflamaciones o molestias como fiebre, que se confunden con una mastitis. Esto deriva en la utilización de sacaleches, que interfieren en el proceso natural.
Atención integral contra las adversidades
Ante las complejidades, las puericultoras van al rescate. Acerca de su tarea, Ailin manifestó que quienes se dediquen a la puericultura “deben estar actualizadas porque es un ámbito en el que constantemente se desarrollan investigaciones. Entonces, es necesario no solo haber realizado una formación, sino estar en contacto con organizaciones que se dedican a difundir conocimiento”.
En tanto, acerca de su tarea, agregó: “Proporcionamos soporte técnico, pero fundamentalmente lo que nos diferencia es un modo de atención integral de la vivencia subjetiva y los aspectos emocionales”.
Mediante consultas o talleres que pueden ser particulares o grupales con otras mujeres en la misma situación o familiares, las profesionales acompañan desde el embarazo hasta el destete.

En los encuentros prima la escucha, tanto a la mujer involucrada, como a su entorno, “porque son quienes rodean a la díada mamá y bebé” –indicó Vallejos-.
“Validamos sentimientos y proponemos el camino que nos parezca según las posibilidades y deseos. De esta forma, buscamos artesanalmente el camino para transitar la lactancia de manera saludable pero también placentera. Esto favorece mucho la confianza y permite que no se queden con una experiencia fallida”, expuso, además.
Y concluyó: “Las pueris funcionamos como un puente para reconectar capacidades, a través de herramientas, información y detalles que potencian esa posibilidad que tenemos de nutrir a un bebé y la potencia que tiene él de proveerse de lo que necesita”.