La Cámara de Diputados dio media sanción el pasado 24 de noviembre a la Ley Johanna. Esta tiene por propósito establecer procedimientos médico-asistenciales para la atención de las mujeres y personas gestantes frente a la muerte perinatal. Es decir, aquella que se produce entre la semana 22 hasta 7 días después del nacimiento. La votación resultó con 216 votos afirmativos, mientras que hubo 1 en contra.
La historia detrás de la Ley Johanna
El proyecto tiene su origen en el caso de Johana Piferrer, quien es impulsora de la iniciativa. Piferrer fue víctima de violencia obstétrica en 2014, cuando en una ecografía de rutina se enteró que el corazón de su hijo ya no latía y ante la falta de protocolos para acompañar tal situación, fue obligada a parir en una sala de maternidad. Así, careció de cualquier tipo de contención psicológica o información sobre los procedimientos a los que fue sometida.
Luego del hecho, Piferrer llevó su caso a la Justicia y logró que su denuncia fuera la primera en llegar a juicio en el marco de violencia obstétrica en el país. Asimismo, más tarde, junto a otras mujeres impulsaron el proyecto de ley que busca dotar a profesionales de procedimientos de actuación estandarizados.

De esta manera, el objetivo de la Ley Johanna es posibilitar un ambiente de contención y cuidado, con el acompañamiento de especialistas. A su vez, facilitar opciones terapéuticas, gestiones a realizar, documentación a cumplimentar y consultas sucesivas.
Se indica que todas las obras sociales, las entidades de medicina prepaga, como así también todos aquellos agentes que brinden servicios médicos asistenciales a sus afiliadas/os, tendrán a su cargo con carácter obligatorio instrumentar las medidas y ejecutar los cambios necesarios para garantizar el cumplimiento de la ley.
El texto, ahora en manos del Senado, establece que las mujeres y personas gestantes tendrán derecho a recibir información suficiente y adecuada, un trato respetuoso, individual y personalizado, tomar contacto con el cuerpo sin vida (teniendo la opción de hacerlo acompañadas por un psicólogo), tomar conocimiento fehaciente de las causas que originaron el deceso, como también recibir información sobre lactancia, métodos de inhibición y/o donación de esta, entre otros.
