Río Ceballos, Salsipuedes y Villa Allende son localidades pertenecientes al corredor de Sierras Chicas. En su interior, estas ciudades resguardan sitios con valor histórico y encanto natural, perfectos para una escapada durante las vacaciones de invierno. Presentamos una breve carta de opciones para quienes se animan a un trekking moderado, cuya recompensa será la llegada a espacios paradisíacos, muy cerca de casa.
El Cristo Ñu Porá
El monumento al Cristo Redentor que se erige en el Cerro Ñu Porá es uno de los recorridos fundamentales para quien visite Río Ceballos. La panorámica que regala la altura, el predio en que se inserta la obra arquitectónica y la oferta gastronómica disponible en la confitería homónima son las claves que caracterizan al paseo emblemático.
Para ascender hasta la cima, hay que tomar la calle 9 de julio, en su intersección con Avenida San Martín. Luego elegir el camino peatonal (cuyo acceso se encuentra a la derecha) o el vehicular (tomando la salida hacia la izquierda). En caso de optar por la caminata, cabe aclarar que la ruta es de fácil acceso.
Cerro Pan de Azúcar
También llamado o Supaj-ñuñu (seno de la virgen, como se referían los habitantes nativos), se encuentra a 40 kilómetros de la Ciudad de Córdoba, por Villa Allende. Para acceder, se debe tomar por Av. González y RP E-54. También es posible ir por Cosquín.
El pico serrano está a 1260 msnm. En su cima, aguarda a los visitantes una cruz de hierro de 40 metros. Desde la cumbre y hacia el oeste, puede apreciarse gran parte del centro y sur del Valle de Punilla. Por la ladera occidental, al pie, se erige la ciudad de Cosquín, y por la ladera oriental, Villa Allende. También se divisan las ciudades de Mendiolaza, Unquillo y la ciudad de Córdoba.
Cascada La Estancita
Nace en la Reserva Hídrica y Natural Municipal Salsipuedes, que resguarda flora y fauna típica del bosque chaqueño serrano. Hay que tomar el Camino del Cuadrado y posteriormente recorrer a pie unos 500 metros hasta desembocar en el salto de agua.
Su imponente caudal y sus casi 13 metros de altura, lo hacen uno de los más importantes de la zona. Cuenta, además, con una ollita para sumergirse y la arena que constituye una ‘playita’, ideal para descansar.