Aunque la cita estaba pautada para las 17, desde las 15.30 aproximadamente comenzó a congregarse el público en las afueras de EOS Estadio (Los Granaderos 99, Río Ceballos). En tanto, para la hora pactada, la convocatoria y la impaciencia aumentaban minuto a minuto.
Del total de asistentes, la mayoría eran mujeres, que, con botella en mano y looks deportivos, aguardaban a una de las mayores referentes contemporáneas del deporte y la salud.
Mientras el tiempo transcurría entre sonrisas, abrazos y selfies, las luces se atenuaron, la música disminuyó y la euforia se tradujo en gritos para darle la bienvenida a Julieta Puente.
La influencer ingresó al salón puntualmente con su alegría característica, saltando, cantando y cumpliendo su objetivo de entrenar, desde el primer momento.
Así, a lo largo de una hora el Cardio de la Felicidad trascendió la pantalla, llegando esta vez a Córdoba.
La palabra de la “queen del cardio”
“Fue hermoso, una locura. Me imaginaba la energía que se iba a vivir, pero no pensé que fuera tanta y me sorprendí”, dijo emocionada Puente.
Y añadió: “Las cordobesas tienen mucha alegría y me parece muy lindo que en un evento con tantas chicas se hagan amigas, sin mirarse de reojo. Me demuestra que estoy haciendo las cosas bien”.
No obstante, aunque la concurrencia en su mayoría era local, también acompañaron a su ídola chicas de Buenos Aires, Neuquén, Santa Fe y La Rioja, entre otras provincias.
Al respecto, la influencer consideró: “Es muy lindo y loco, a veces no mido tanto lo que significa”.
En este marco, reflexionó, además: “Vengo a proponer una manera distinta de entrenar. Va más allá de ir al gimnasio y estar marcada, eso está en segundo plano, lo que importa es sentirse bien con uno mismo”.
Comunidad fiel
El Cardio de la Felicidad nació en 2020, en plena pandemia y mientras Puente aún se desempeñaba como periodista.
“Antes de la cuarentena corría mucho y había organizado dos juntadas donde fueron como 100 chicas”, rememoró Puente y siguió: “Sentí que tenía que hacer algo y no sabía qué, pero empecé con esto y noté que era mi camino”.
De esta forma, iniciaron las rutinas que pusieron a más de 20.000 personas a entrenar durante el aislamiento. Fueron los testimonios de quienes confiaban en la propuesta los que, a su vez, la bautizaron.
Julieta, con una sonrisa sin pausa, recordó que la denominación del proyecto se gestó por un recordatorio que debía activar en Instagram.
“La gente me escribía ‘me da alegría hacer esto’ y dije ‘bueno, pongo así’. De repente todos empezaron a decir que era tremendo el nombre y quedó así algo que hoy es mi producto y mi vida”, contó.
Sobre la evolución de la iniciativa, sin titubear, expresó que “al principio era un mamarracho, sin trípode ni música”. Asimismo, reveló que, cuando percibió el alcance decidió capacitarse, ya que, en primera instancia, a las rutinas las armaba alguien más.
“Fue mutando y quise ser más profesional. Ahora soy personal trainer y hacemos, además de cardio puro, glúteos, abdominales y más”, advirtió y destacó también que, cuando avanzó el proyecto, decidió dejar todo para enfocarse 100% en su marca.
Así, Puente gestó una comunidad de “shulais” –como las llama- que la siguen incondicionalmente en las transmisiones virtuales, en los espectáculos presenciales y en cada lanzamiento que anuncia.
Conciente de ello, la deportista señaló que su propósito es transmitir “motivación”. “A través del entrenamiento se puede salir del momento más oscuro”, aseveró y continuó: “La responsabilidad como influencer es muy fuerte y aunque soy espontánea, tengo muy en claro mi línea”.