Por María Ester Romero
Nacida en Arroyo Cabral, se convirtió en una escritora de trascendencia internacional. Integró el equipo fundador del Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil (Cedilij).
En 2012 recibió el premio Hans Christian Andersen, considerado ‘el pequeño Nobel de la literatura’. Su obra ha sido traducida a varios idiomas, al alemán, gallego, portugués, italiano, chino, turco, coreano y esloveno. Acaba de presentar en Córdoba y en Buenos Aires su último libro, Poesía reunida.
–¿Cómo comenzaste a escribir?
–Escribo desde muy joven. Pero empecé a hacerlo de un modo más sistemático cerca de los 30 años. A los 40, comencé a publicar y a los 50 me hice conocida. Devine escritora, no me lo pro- puse.
–¿Cuánto influyó en la escritura la cultura inmigrante de tus padres?
–Uno es muchas cosas. Soy hija de inmigrantes. También soy hija de mujeres pobres que mantuvieron su familia, soy una habitante de la llanura cordobesa. Tuve una vida con un trato próximo y amoroso con personas de otros estratos, ideologías, etnias. He vivido muchas situaciones que me permitieron conocer un arco grande de condiciones humanas.
–¿En qué momento encaminaste tu obra a la literatura juvenil?
–En el ‘84, con el fin de la dictadura y la primavera alfonsinista, me uní a un grupo de mujeres que estaban armando un centro de literatura infantil, el Cedilij, donde estuve hasta el ‘95. Lo hicimos para formar a docentes en literatura para niños y jóvenes. Yo acababa de ser madre y comencé a leer mucha literatura para niños. La editorial Colihue armó el concurso Pajarito Remendado y tomé un episodio que había ocurrido en mi pueblo cuando yo era chica y lo transformé en un cuento. Sacó una mención. Ahí empecé a escribir cosas que tampoco sabía que podían ser para chicos, pero que años después una editorial los publicó para esa franja.
–¿Intuiste que llegarías a recibir el premio Hans Christian Andersen?
–No. En cada país hay una sola institución que puede presentar a los candidatos. En Argentina, es la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil. Cada bienio elige un escritor y un ilustrador por su trayectoria. Celebré haber sido elegida por porque ser candidata al Andersen es algo muy importante. Eso sí pensé que podía suceder, pero ganar a nivel mundial es muy difícil. Son 11 jurados que durante un bienio leen las obras de todos los candidatos. Los últimos 15 días se encuentran en un hotel de Basilea. Revisan y van descartando autores hasta que quedan con los últimos cinco. De ahí sale el ganador. Me sorprendí cuando vi en las redes que yo estaba entre los cinco finalistas. Y de hecho me enteré después de que se hizo el anuncio (de que era la ganadora). Vi las imágenes cuando se prendieron las marquesinas. Fue muy impresionante.
–Dirigiste un discurso magistral, crítico, en la conclusión del Congreso Internacional de la Lengua Española (Cile) que se hizo en Córdoba, ¿cómo fue prepararlo?
–Me costó más decidir y aceptar, que la escritura misma. Primero dije que no. Tenía dudas porque, de estar ahí, sabía que lo haría de una manera disidente. Comuniqué mi posición. La aceptaron. Nadie me pidió el texto antes. Muchas de esas ideas ya las había expresado hace varios años. A la tensión entre las formas latinoamericanas y la española la vengo madurando desde mis posicionamientos internos. Sí agregué cosas nuevas, como el lenguaje inclusivo y los recursos económicos que da una lengua.
–Hay muy buenas escritoras en Córdoba. Lilia Lardone, Perla Suez, Cristina Bajo, Reyna Carranza, Eugenia Almeida, Fernanda Pérez…. y la lista sigue.
–En esa lista hay de varias generaciones, incluso anteriores a la mía. Pero lo que quiero resaltar es que hay muchas mujeres jóvenes escribiendo. Hasta dos y tres generaciones después de la mía. Las que tienen 20, 30, 40 años. Eso es muy rico y tiene que ver con el crecimiento de emprendimientos editoriales en Córdoba, algunos familiares o pequeños en cuanto al capital económico, pero muy fecundos en la cantidad y calidad de escritores que publican.
–Estás presentando tu último libro. ¿Cuál es la propuesta de Poesía reunida?
–Es un regalo de la vida. Está todo lo que escribí en poesía hasta ahora. Es una instancia de la vida madura, cuando uno mira lo que ha hecho hacia atrás.