De Córdoba a un café en Buenos Aires; llegó a Hollywood, y regresó a su país natal. Ella es Mariana Genesio Peña, una actriz superconocida por su papel protagónico en la tira ‘Pequeña Victoria’ y su interpretación en ‘El Marginal’. Hoy ‘la revelación ́, forma parte de la pista más famosa del país en Showmatch. Conversamos sobre el impacto que está teniendo en televisión, los avances en la mirada social del universo trans, su proyecto de ser madre, la idea de una película y mucho más. Mano a mano con nuestra mujer de tapa.
Por. Candelaria Lanzaco
Hair. Cristian Rey
Make up. Luli De La Vega y Samira Bonomo
@DELAVEGAMAKEUP
@DRASAMIRABONOMO
St. Denise Romano
@DEDEROMANOOK
PH. Sebastian Naon y Agustín Pulido
@SEBA_NAON @AGUSPULIDOOK
Look. @GUSTA_VOOK
– Marian, sin remontarnos al pasado, contanos, ¿cómo estás hoy? ¿Qué sentís al estar en la pantalla de Showmatch? ¿Era un sueño para vos?
Estoy en un momento laboral tan intenso como satisfactorio. Soy muy afortunada por estar trabajando en lo que me gusta. Este año me animé a ingresar al mundo de Showmatch, con mucho entusiasmo. Y si bien debo reconocer que es por momentos bastante demandante, también es divertido y emocionante. Desde la época de ́Ritmo de la Noche ́, cuando era pequeña, fantaseaba con estar en un show así, jugando a ser una estrella. Y eso es a lo que voy cuando entro al estudio de ShowMatch. Llevo a esa niñe que admiraba a Madonna, o a Xuxa cuando venía a Argentina.
– De un café, a Nueva York y hoy vivir en el mismo edificio, en departamentos separados. ¿Cómo vivís el amor? ¿Creés en las relaciones abiertas?
Trato de vivir el amor con absoluta honestidad, sin juzgar sentimientos ni necesidades. En eso estamos en sintonía con Nicolás (Giacobone). Esto permite que podamos vivir en la modalidad en la que estamos viviendo, que es nuestra.
Hoy por hoy vivimos en el mismo edificio y compartimos muchos momentos, además de la tenencia de nuestro hijo perruno Larry Giacobone, pero cada uno tiene su espacio. Con respecto a las parejas abiertas, nunca lo practiqué. La próxima vez que esté en pareja veré si tengo esa necesidad. Claramente la monogamia está siendo cada vez más cuestionada y me parece natural que pase esto.
– Se aprobó la ley de cupo trans, la cual es una lucha ganada y contribuye a generar mayor igualdad e inclusión. Vos ya lograste tu lugar, pero pasaste por muchas situaciones difíciles para conseguir trabajo ¿Qué sentimiento generó en vos la aprobación de la Ley?
Estamos viendo un cambio muy importante y positivo en relación a la inclusión de las personas trans. Celebro que en los medios y en otros rubros, se empiece a visibilizar todo tipo de identidades de género. La ley del cupo laboral trans es otra gran conquista para la comunidad LGTBQ. Es una ley que viene a cubrir una gran deuda que la sociedad tiene con las personas trans, que en la mayoría de los casos, durante décadas, estuvimos fuera del sistema. Maltratadas en las escuelas, excluidas de ámbitos familiares e ignoradas y hasta a veces rechazadas del mundo laboral. Sólo hay que viajar 10 años al pasado y ver que ni siquiera teníamos un DNI que nos representara. Por eso es tan importante esta ley de inclusión laboral. Seguramente en el futuro no hará falta recurrir a esta ley porque, por suerte, las nuevas generaciones naturalizan mucho más las diversidades. Creo que este tipo de leyes son de muchísima ayuda, pero es fundamental que el cambio empiece en los hogares y las escuelas. Inculcar los derechos de cada persona y respetar las diferencias.
– Hace algunas semanas, Pampita spoileo al aire la idea de ser madre. Contanos un poco de este deseo. ¿Cómo lo vivís? ¿Los planes ya están encaminados? ¿Ser madre para vos sería un sueño hecho realidad o no lo tomas tan ́mágico ́?
Ser madre nunca fue un deseo. Recién este año la idea empezó a aparecer tímidamente. Con una de mis mejores amigas, Erika Halvorsen, fantaseamos con la idea de una maternidad compartida. Inspiradas por la tira ‘Pequeña Victoria’ en la que personifiqué a Emma, una mujer trans que se convierte en madre junto a otras mujeres y que la mísma Erika escribió. Pero, por ahora, es un sueño que llegado el momento veremos de qué manera lo planificamos. Ahora estamos las dos muy ocupadas con nuestras carreras. Ella como escritora y autora de grandes proyectos y yo como actriz. Mi mayor deseo es seguir creciendo profesionalmente.
– Jimena Barón te nombró como ‘La revelación’. ¿Creés que estás en ese lugar hoy? ¿Lo celebras?
Jimena me llamó la revelación la noche de mi debut y se sintió muy lindo. Gracioso. No sé si soy la revelación. Seguramente lo fui esa noche. Pero cada noche hay una pareja a la que le toca ser la revelación, supongo. No sé bien qué lugar estaré ocupando en este momento a los ojos del jurado y del público. Trato de no pensar en eso. Me enfoco en ensayar mucho y disfrutar el proceso de preparación para cada gala. Soy feliz de tener esta oportunidad y de estar aprendiendo mucho.
–Y bueno, no podemos dejar de lado Córdoba. ¿Visitas seguido tu provincia? ¿Quedaron amigos y familia que te gusta visitar?
Córdoba; en Córdoba están mis padres, mis tres hermanas y cuatro sobrinos. Por supuesto familiares y amigos. Pero mi mayor conexión con mi provincia natal son mi familia y mis dos grandes amigas, de hace muchos años, Gisel Molina y Marian Ameri. Ellas dos son mis hermanas de la vida. Hablo todos los días por Whatsapp y es como si estuviera viviendo en Córdoba aún. Córdoba me dio mis primeros momentos en un escenario, trabajando en El Ojo Bizarro y Dorian Gray. Ahí me sentí como en una familia gracias a Nahuel Sabate, Pablo y toda la gente que trabajaba con ellos. Extraño de Córdoba sus sierras, comer lomito los domingos a la noche, La Cañada y esas iglesias que son un viaje al pasado. Amo Córdoba.
–¿Nuevos planes para lo que queda de este año?
En lo que queda del año seguiré disfrutando de bailar en la pista más famosa del país. Y hay propuestas para hacer una serie muy linda. Una peli… y espero poder hacerme una escapadita a Europa o Estados Unidos a visitar amigos.
–¿Qué le dirías a la Mariana Genesio de hace 20 años atrás?
A la Mariana de hace 20 años creo que no le diría nada. Porque viví siempre muy consciente del presente y con un espíritu bastante optimista. Siempre fui muy soñadora y constructora de la vida que quería y quiero tener. En el camino una va equivocándose y aprendiendo de esas equivocaciones. Sigo viviendo de esa manera. Me hubiera gustado, tal vez que todo lo que estoy viviendo a nivel profesional me hubiera pasado hace 20 años, pero entendí que ni yo ni el mundo estábamos preparados. Y las cosas llegan cuando una está lista y las cosas ocurren cuando tienen que ocurrir. Lo bueno y lo malo. Ese razonamiento me ayuda a no desesperar.