Mariela Zulberti buscaba herramientas para mejorar su autoestima, trabajar en sí misma y establecerse metas referidas al bienestar propio, tratando de dejar atrás la autoexigencia, sobre todo ligada a lo académico.
“Necesitaba creer en mí porque constantemente quería estudiar y saber más”, rememora. Así, descubrió el coaching y sin saberlo, una vocación. En sus palabras, este método permite “encontrar respuestas que todos los humanos tenemos, pero que no sabemos por el agobio del día” –explica Zulberti-.

“A través de preguntas, podemos acceder a un mundo a distinto al que se vive hasta el momento de la consulta”, afirma. Además, sostiene que “el proceso se trata de sacarse el peso de creencias que limitan, para poder sentir lo que queremos”.
De esta forma, asegura: “El éxito no es mágico, sino que implica estar enfocado, tener constancia y una automirada comprensiva con uno, sabiendo la capacidad que tenemos”. Por lo tanto, el rol del coach consiste en acompañar el camino de cosechar esa confianza que derive en logros.

Paso a paso, por Mariela Zulberti
En el caso de Mariela, realiza su labor mediante la Psicología Positiva, cuyo mayor pionero es Martin Seligman. Con sus técnicas, propicia enfocarse en los talentos “para potenciarlos”, sin centrarse en las debilidades.
“Es un coaching humanista y mi misión es que otros descubran su potencial para cambiar su mirada y luego su vida. A su vez, transformamos el entorno de esa manera”, detalla. En cuanto a la dinámica con los clientes que la elijen, revela que se comienza con una breve sesión introductoria y luego establecen una cantidad de encuentros (entre 4 y 12) para aproximarse a los objetivos.

Al respecto, agrega: “A veces queremos cambiar todo de forma radica, pero es algo a hacer paso a paso y a medida que se mejora en un aspecto, pasamos a otro”.
Finalmente, la coach celebra la actual “toma de conciencia” en la gente y profesionales acerca de estas disciplinas y agradece su presente: “Desde mi consultora me sumé a otras consultoras y en equipo trabajamos para volver a los recursos humanos más humanos, tanto en Argentina como en el exterior”.