De la pasión de entrecasa a la moda como herramienta para consagrarse, Nicolás cuenta cuenta cómo logró vestir a grandes modelos y hacer del mundo fashion algo comunicable que embellece la vida.
Por Sol Aguirre/ tw: sol_aguirre
¿Cuál es el objetivo más importante que sentís que tenés como estilista?
– Siento que tengo que tratar de imponer algo nuevo en cada lugar adonde estoy. Mucha gente no tiene la posibilidad de ir a la semana de la moda de New York, pero podemos contarles cómo es, cómo muestran la colección, abrir el panorama del ámbito. Hay muchos fashionistas que, fuera de lo que puede ser el mercado que ya hoy se volvió un comercio, realmente aman la moda, tienen el sentimiento 100% apropiado por la moda. Mi bandera número uno es tratar de llevar moda adonde esté y dejar ese sello.
¿Cómo surgió tu pasión por la moda?
– Este es un sentimiento que llevo desde siempre. Cuando era chico me juntaba con otros en mi casa y mi atractivo era hacer looks con lo que me iba a poner en la semana. Vengo de una familia en la que siempre me consultaban cómo vestirse. Cuando era chico reciclaba mucho, tenía un ropero lleno de ropa que me gustaba para reutilizar. Mi vínculo con la moda siempre se dio de manera innata. Me llamaba la atención la ropa, cómo se vestía la gente en la calle, la estética, embellecer a la gente y también a los lugares y momentos. En fin, embellecer la vida.
¿Cómo viviste el proceso de sentir a la moda como una pasión a convertirla en un trabajo?
– Apenas terminé el colegio ya había hecho un curso de asesoramiento de imagen en quinto año del secundario. En ese momento me llama un amigo que trabajaba en una agencia de modelos y me comenta que iban a hacer los tests de las modelos para que yo pueda armar los looks de ellas. Me lo tomé como algo divertido y después me llama un fotógrafo que estaba ahí y me comenta que una productora muy importante, que trabajaba en la editorial Perfil, estaba buscando un asistente. Hablé con ella y me tomó. Durante los tres primeros meses entré como asistente y después fui haciendo carrera.
Ahora que podés ver en perspectiva tu carrera, ¿qué identificás como clave?
– Que siempre trabajé sobre todo en el mundo gráfico. Tengo en mi profile más de 120 editoriales que hice para distintas revistas y más de 50 tapas. Trabajé con muchas celebridades de Argentina, vestí a las más famosas como Valeria Mazza, Nicole Neumann, Pampita, Calu Rivero. La moda tiene una profesionalidad importante y está bueno que te dejen crear con tu sentido estético. Eso marcó mi despegue y de ahí nunca paré porque además no me quedé solo con eso.
¿De qué manera te abriste nuevos caminos?
– Desde hace años hago radio por esto de que me interesa comunicar la moda. Ahora estoy en Delta 90.3 y me encanta, asesoramos en vivo en el programa de Ale Lacroix y Camila Salazar, la hermana de Luli. Además, estoy haciendo un programa que es producción e idea propia. Se llama Hotel Pesce Freijo, donde hago entrevistas a distintos personajes del mundo de la moda, del arte, de la arquitectura que tienen algo bueno que contar. Para eso, viajo por distintos hoteles, otra impronta que me encanta de mi carrera porque me permitió ver cómo trabajan en editoriales internacionales.Ya llevamos grabados 16 capítulos, filmamos en Marbella, París, New York, Tulum. Las entrevistas son con amigos como Leo García, Gaby Alvarez, Zaira Nara, Pato Sardelli. Tanto en el programa de radio como en el micro me sigue otro público y me da mucha satisfacción eso.
¿Cuál considerás que es el aspecto imprescindible para que un estilista sea bueno?
– Hay que enfocarse siempre en crear más. Los que somos talentosos y creativos tenemos que salir a hacer, mostrar momentos y situaciones. Debemos tratar de lograr ese objetivo, forma parte de la nueva generación que propone y hace. Siempre comunicando con lo estético y bello.
También comunicás moda desde las redes, ¿te llevás bien con ser un influencer desde ahí?
– Con la idea de ser influencer tengo un amor – odio, porque vengo del mundo editorial, mi bisabuelo tenía un puesto de diarios. Para mí el papel es importantísimo, pero también me llevo bien con las redes. Ahora es mi manera de mostrar a la gente cómo vestirse. Me gusta ser influencer en el sentido de ponerme algo, poder postearlo y que a los demás les guste, lo puedan comprar y sepan dónde comprarlo. Mostrar marcas de todos los días, nuevos emprendedores, darle lugar a nuevas marcas y a lo emergente es otra manera de acercamiento a la moda.Además, las redes me hicieron llegar a lugares importantes. Por ejemplo, desde allí consolidé la relación que tengo con Stephano y Domenico Gabanna, de Dolce Gabbana. Siempre digo que mi Instagram es mi diario no íntimo y eso permite conectarse con la gente desde otro lugar.
¿Cómo ves a la moda argentina?
– La moda argentina es buena, lo creativo está muy desarrollado. Buenos Aires es un muy buen lugar para hacer tu mejor herramienta, tu profile. Creo que lo que falta es inversión, introducirnos en el calendario internacional, que vengan referentes internacionales y puedan mostrar lo que pasa en el mundo. Además, en Argentina pude crear un equipo que es familia, todo es más descontracturado. Cuando vas a otros países eso no pasa tanto.
¿Qué es para vos la moda?
– Es la pasión que elegí en esta vida y que me dio muchísimas satisfacciones. Es el ámbito, el ambiente en el que vivo. Es también la ropa que cada uno se pone y que forma parte de nuestra cotidianeidad. El diseño tiene una evolución tan buena que puede convertir en moda todo.
¿Quiénes fueron tus referentes?
– Cuando era más chico me encantaba Marc Jacobs, me gustaba su estilo. Ahora entre mis grandes inspiradores está Dolce & Gabanna porque soy descendiente de españoles e italianos y siempre miraba hacia allá.
Con tan sólo 32 años, Nico Pesce Freijo ya cumple una década trabajando en la moda nacional e internacional. Se autodefine como “fashion referent” y ha llevado adelante campañas con grandes celebridades como Valeria Mazza, Dolores Barreiro, Daniela Urzi, Chloe Bello, Jimena Buttigliengo, Pampita, Liz Solari, Nicole Neumann, Emilia Attías, Calu Rivero, Iván de Pineda y Dante Spinetta, entre otros.