La extensión del fin de semana puede devenir en un mayor consumo de embutidos, gaseosas, bebidas alcohólicas, postres y otros alimentos no recomendados para su ingesta habitual, por sus características nutricionales. A su vez, se abandonan los vegetales, las frutas e inclusive la actividad física.
Así, al finalizar esos días de ocio y volver a la rutina, prima la culpa y junto con ella aparece una necesidad por “compensar” lo hecho anteriormente. Mientras que algunas personas optan por dietas estrictas o ayunos prolongados, otras eligen un entrenamiento excesivo. No obstante, la Lic. en Nutrición, Valentina Gilardi, advierte la importancia de “retomar lo que al cuerpo le hace bien”, sin restricciones.
“Tener reuniones, eventos, findes largos, donde la comida no es la habitual, es parte de la vida también”, señala además. Y destaca que, al comer esas opciones, lo importante es disfrutar “con gusto y no con culpa”. “Y de a poco ir regulando las porciones, según necesidades y preferencias, porque seguramente el próximo finde (y por qué no, alguna juntada que tengas en el medio de la semana) podés volver a comer algo similar”, agrega.
Asimismo, Gilardi deja recomendaciones para encarar el día después de un fin de semana XL, remarcando: “No te vuelvas loco”.
Las 5 recomendaciones pos finde largo
- Hacé listas para stockearte de frutas, verduras, legumbres (menos paquetes, más cáscaras y alimentos naturales).
- Activá el movimiento, retomá esa actividad que te gusta y sabés que te hace bien.
- Llévate tu botella de agua al trabajo o a la facu, acompañá tus comidas con agua o limonada casera (en una licuadora exprimí 2 limones, agregá 1 litro de agua, hojitas de menta, jengibre y mucho hielo, podés sumarle 1 cdta de stevia).
- Incorporá frutas a lo largo del día (podés consumirlas a la hora que quieras) y elegí las frutas enteras.
- Evitá los jugos “detox” (de eso se encargan tu hígado y tus riñones).