Carlos Costa es uno de los socios fundadores de Otta Project y junto su hermano Héctor, crearon un sistema aumentativo alternativo de comunicación para personas con discapacidad en el habla. Este sistema ya está presente en 11 países del mundo. Con objetivos firmes para los próximos meses y años, Carlos nos cuenta su experiencia de llevar adelante este megaproyecto con su socio y hermano y todo su equipo.
– ¿A raíz de qué situación nació el proyecto?
Este proyecto surge en 2015; lo creamos junto a mi hermano Héctor y comenzó a raíz de que teníamos a nuestra abuela con Alzheimer en una etapa avanzada, cuando comunicarse le resultaba muy complejo. Mi hermano es ingeniero biomédico y en una de las materias de su carrera, tecnología en rehabilitación, vio la posibilidad de utilizar el tipo de comunicación no verbal, basada en imágenes, pictogramas, con una justificación técnica del porqué se utilizan determinados tipos de imágenes y permite que diferentes rutas del cerebro, habilite a personas con Alzheimer en una etapa inicial o con afasia producto de un ACV. Lo desarrollamos, lo probamos con nuestra abuela pero como estaba en etapa avanzada no funcionó y cuando probamos con un niño con parálisis cerebral funcionó perfecto.
– ¿Qué destacás del equipo que han formado y que lleva adelante Otta Project?
El equipo es fundamental y crucial para que Otta sea lo que es y pueda generar el impacto que genera; nosotros notamos que todos y cada uno está comprometido al 100%, por una convicción personal que nos une que es mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad por medio de la tecnología.
– ¿Cuáles considerás que son las claves del éxito para que el equipo siga adelante?
Las tres claves a mantener entre las partes del equipo es compromiso, confianza y perseverancia. La más importante a la hora de conformar una sociedad, ya sea con un amigo o familiar, es definir bien los roles teniendo en claro las responsabilidades y obligaciones; a partir de eso, se hace todo más fácil. La confianza te permite trabajar de manera cómoda, sabiendo que siempre tenés a alguien para ayudarte a resolver los problemas y que te dé otra mirada, algo importante es aceptar las diferencias para poder avanzar.
– ¿Alguna situación que los haya marcado como equipo?
La situación que vivimos en octubre del 2019, cuando nos robaron todo, nos destruyeron la oficina, nos llevaron máquinas y herramientas. Nos costó muchísimo tener todo lo que teníamos y en un fin de semana nos dejaron sin nada. En ese momento pudimos contar con todo el equipo, para sobrellevar ese mal trago generando confianza entre nosotros y una consolidación importante para lo que hoy es Otta.
– ¿Planes a concretar como equipo en lo que queda del 2020 y en 2021?
Estamos en un proceso de crecimiento, cada uno tiene un área a cargo de desarrollo de software, desarrollo tecnológico y comercial y así mismo la idea es duplicar el equipo, con el objetivo de ser 15 personas a fin de año. Otro de los objetivos que tenemos, es terminar con la validación clínica del casco, nuestro último desarrollo, que consiste en una vincha de detección de actividad eléctrica neuronal para pacientes que tienen parálisis severa y nivel de conciencia alto. A raíz del Covid-19, se nos complicó el ingreso a terapias intensivas en las que ibamos aprobar el casco, por ende aún no pudimos realizar la validación clínica. Y para 2021, participaremos en la Expo Mundial que se va a hacer en Dubai, que ya estamos trabajando para ello. Hoy estamos en 11 países y en el año y medio que nos queda la idea es llegar al doble de países que hablen diferentes idiomas.