El pontífice, de 88 años, fue hospitalizado el pasado viernes por sus problemas de respiración, que resultaron ser una bronquitis por infección polimicrobiológica derivada en una neumonía bilateral. En este marco, desde el Vaticano se advirtió que Jorge Bergoglio requiere una terapia farmacológica adicional a la que se utiliza para la infección polimicrobiana y su cuadro clínico sigue siendo complejo.
“La tomografía computarizada de tórax a la que se sometió el Santo Padre, prescrita por el equipo sanitario vaticano y por el equipo médico de la Fundación Policlínico A. Gemelli, demostró la aparición de neumonía bilateral que requiere terapia farmacológica adicional”, se había indicado.
Además, sostuvieron: “la infección polimicrobiana, que se presenta en un contexto de bronquiectasias y bronquitis asmática, y que requiere el uso de terapia antibiótica con cortisona, hace más completo el tratamiento terapéutico”
Desde entonces, su salud preocupa a todo el mundo. No obstante, recientemente fuentes oficiales informaron que el Pontífice tuvo una noche tranquila en el hospital Agostino Gemelli de Roma y los análisis de sangre mostraron una leve mejoría.
“Las condiciones clínicas del Santo Padre se mantienen estables. Los análisis de sangre, evaluados por el personal médico, muestran una ligera mejoría, especialmente en los índices inflamatorios”, indicó el último parte médico.
Asimismo, en el escrito se agregó: ”Después del desayuno, el papá leyó algunos periódicos y luego se dedicó a actividades laborales con sus colaboradores más cercanos” y “antes del almuerzo recibió la Eucaristía”.
Por otro lado, Giorgia Meloni visitó este miércoles al Papa y aseguró que “estaba “receptivo y no perdió su proverbial sentido del humor”. La primera ministra italiana fue a verlo en su suite del décimo piso del Policlínico Gemelli, donde se encuentra aislado y bajo estrictos tratamientos, “para expresarle los augurios de pronta recuperación, en nombre del gobierno y de la nación entera”, anunció un comunicado de Palazzo Chigi, sede del gobierno.
También se esperaba que el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y número dos del papa Francisco, que acaba de volver de un viaje a Burkina Faso, pasara a visitar a su jefe máximo que, en los últimos días de reposo absoluto, sólo estuvo en contacto con sus dos secretarios privados -el argentino Juan Cruz Villalón y el italiano Fabio Salerno, ambos sacerdotes- y los enfermeros y demás médicos que lo siguen.