Una gran profesional, Patricia Dermer, es la creadora de la reconocida marca Lidherma. Muy interesada en la química aplicada en los seres humanos, Patricia fundó la marca hace ya 30 años. Con una trayectoria incomparable en química y cosmética, hoy conversamos de cerca con ella sobre cuidados de piel, hábitos, tendencias y mucho más.
Por Candelaria Lanzaco / [email protected]
–¿Cómo comenzó Lidherma? ¿Qué significa para vos la marca; Patricia Dermer como profesional?
–Hoy, como profesional, soy licenciada en química, doctora en análisis biológico y química cosmética. Pero te cuento cómo comenzó. Conocí al profesor Alejandro Cordero en el Hospital de Clínicas, cuando me consultó si podía traducir unos papers que hablaban del ácido retinoico, que venían de Hoffmann La Roche de Suiza. El ácido mejoraba y curaba el cáncer de piel, pero veíamos que también mejoraba enormemente la calidad de la piel y la rejuvenecía. Finalmente él consiguió una muestra y me pidió que realice una emulsión, ese fue el primer preparado que realicé en el área de la cosmética. Ahí comencé a tener un gran interés sobre la química aplicada a los seres humanos y la posibilidad de rejuvenecer la piel.
Desde la cosmetología no podíamos utilizar el ácido retinoico, el cual suplantamos por el ‘retinol’. Me tomé un año sabático, cuando comencé a capacitarme y realizar fórmulas con el mismo para la piel. Y finalmente, en 1989, alquilé un lugar que fue luego Lidherma, formé un grupo de profesionales y así fue el inicio de los 30 años de la marca. Hoy puedo decir que el éxito de la empresa es gracias a la confianza que nos tienen los profesionales de estéticas, dermatólogos y cirujanos plásticos.
–Se escucha mucho hablar de la moda de pieles blancas, ¿qué te parece? y si lo traemos a Argentina, ¿creés que se puede llegar a tomar conciencia?
–Es cierto que se está hablando mucho de las pieles blancas, no en el sentido estricto de que la piel tiene que ser genéticamente blanca, pero sí en el sentido de que la piel hay que cuidarla según el fototipo que tiene. Lo más importante de una piel es lucir su naturalidad y toda la belleza que le da la genética y el buen cuidado, pero no exponerse tanto al sol. El sol es una moda que surgió en los años ‘50 cuando fue la revolución industrial, las obreras pasaron a trabajar dentro de las fábricas y no se quemaban la piel; fue cuando las personas de mayores recursos, para diferenciarse, comenzaron a tomar sol en las playas y el bronceado pasó a ser una moda para mostrar un estatus. Lamentablemente, según estudios, fue cuando apareció el cáncer de piel que, por suerte, es un cáncer visible, curable y prevenible.
En Europa, ya hasta las grandes marcas toman conciencia y hacen firmar a sus modelos un contrato en el que prometen cuidar su piel y no tener una piel dañada. En Argentina, al contrario, la cultura está muy marcada en la mujer bronceada. El bronceado para las mujeres es como sentirse vestidas, ocultan partes que a la mujer no les gusta mostrar. No solo las empresas de cosmética como Lidherma deberíamos hablar sobre el tema, necesitamos ayuda de los medios de comunicación, de las agencias de publicidad, etcétera, para que ellos también puedan mostrar a las mujeres naturales y no superbronceadas. Lo ideal sería tomar conciencia para poder desde chicos tener hábitos.
–Años atrás incursionaron en el mundo del maquillaje. ¿Crees que es una buena combinación Lidherma + Mimika? ¿En qué sentido?
Nos dimos cuenta que nuestras clientas utilizaban nuestros productos y habían mejorado enormemente su piel, pero luego para un maquillaje no sabíamos si le cuidaban la piel, si les ofrecían protección, si eran de buena calidad, en fin un montón de circunstancias que nos llevaron a crear una línea de maquillaje Mimika. La resonancia de ese nombre era “imitar la calidad de la buena piel”, no taparla sino realzarla. La marca está a cargo de mi hija Denise Neuberger. Seguimos mucho los lineamientos de Dior, de Shiseido, pero tomamos una decisión importante para diferenciarnos, nuestra línea es cosmecéutica siempre pensando en el cuidado de la piel. Siempre los maquillajes contienen un activo por lo menos para mejorar la piel. Protección de luces azules, protección del sol, antiage, volumen para labios, aceites de coco, fortalecer pestañas, entre otros.
–Actualizanos un poco. ¿Cuáles son los tratamientos en belleza y estética, que se vienen? ¿Qué tratamientos están eligiendo las mujeres hoy?
–Un cambio importante en actitud y en conciencia. Más allá de tener tratamientos con láser o tecnología, hoy la gente elige muchísimo la marca ética, sustentable, que no testea en animales, que los productos sean dermatológicamente testeados y que todos los productos contribuyan a las mejoras no quirúrgicas. Como las mejoras en las arrugas de expresión, en los surcos, con productos tipo rellenos hialurónicos, o con activos en tensores, tratamientos no quirúrgicos. La belleza cada vez más tiende a la belleza natural, no a quien no se cuida sino que quien se cuida muchísimo y tiene conciencia de utilizar buenos productos.
–La distribución en Córdoba está a cargo de Analía Fantini, hace 25 años. ¿Qué significa para vos esta unión?
–Son muchos años juntas. La conocí en el Hospital Italiano dando clases, un día me cuenta que se iba a vivir a Córdoba y desde ahí formamos esta relación de larga data. Ella brinda una excelente capacitación a las profesionales, tiene una distribuidora ejemplar en Córdoba, ha hecho un trabajo maravilloso. Esta unión con Analía trasciende lo comercial, la empatía que tenemos por ser mujeres trabajadoras y trabajar junto a la familia es admirable.
IG. @lidherma @analiafantini
Santa Rosa 31 – Córdoba