Para Paz Carrara, su show debut fue un domingo cualquiera, teniendo como espectadores a la familia, que la invitaba a desplegar su talento. Desde entonces, cada reunión significaba una oportunidad de deleitar a su público predilecto y poco a poco fue consolidando su amor por la música.
“Logré creer que era capaz de cualquier cosa, me generó mucha seguridad que me pidieran todo el tiempo que cantara y eso me hizo gran parte de lo que soy, funcionó como un entrenamiento para darme cuenta de lo que me gustaba”, reflexiona sobre su infancia, a la que define como “muy simple y muy rica”.
Además, asegura: “Siempre tuve claro que la música me hacía bien, me generaba algo lindo desde chiquita”. Así, ya con 12 años, trascendió los límites del espacio hogareño y pisó un escenario, en un recital a beneficio, interpretando covers.
Sin embargo, con el paso de los años, la incertidumbre ante las posibilidades laborales referidas a su pasión, la llevaron a considerarla un “plan B” –en sus palabras-. Al respecto, amplía: “Uno va creciendo y se da cuenta de lo difícil que es dedicarse a eso, por lo que en un momento decidí inclinarme por la medicina y dejar lo otro como un hobby”.
No obstante, la temprana muerte de su papá, cuando ella tenía 16 años, cambió su perspectiva. “Fue un cachetazo en muchas aristas, pero lo que más me dejó es que la vida es corta, impredecible y que no tiene sentido no hacer aquello que nos haga feliz”, rememora. Y continúa: “Después de mucha terapia decidí cambiar el foco y empecé a cantar en bares, casamientos y donde podía”.
En busca del sueño
Con guitarra en mano, su aliada infaltable, comenzó a recorrer aquellos sitios dispuestos a oírla. Una vez allí, entonaba un repertorio ajeno, mientras sus creaciones propias –escritas en inglés- las resguardaba en la intimidad.
Sobre su elección de componer en otro idioma, cuenta: “Era chica y mis canciones eran transparentes, crudas y creo que a esa edad cuesta revelar, por lo que el inglés era una forma de decir las cosas, pero no del todo, porque quizá muchos ni entendían de qué hablaba”.
Igualmente, hoy asegura sentirse “más cómoda” con el español, lengua con la que empezó a relacionarse musicalmente al iniciar la formación y escuchar a referentes nacionales como Fito Páez o Charly García.
En tanto, sobre el proceso de composición, dice: “Lo de papá me puso muy triste y entendía lo que me pasaba al respecto al volcarlo en una canción. Y hoy sigue sucediendo así, por ahí no puedo decir qué siento, pero de repente vomito una canción”. De esta manera, afirma que se trata, “básicamente de sentir demasiado”.
“Me siento con la guitarra, que es la 1 siempre y algo sale, porque la composición es mágica y terapéutica”, añade, acerca de un método que inicia con una melodía. “Para mí, es importante que las cosas suenen bien, antes de decir algo”, asegura, en esta línea.
Luego, en torno a las letras, comenta que, inicialmente la melancolía regía, pero, con el tiempo, la tristeza y el pasado quedaron atrás para dar paso a un “presente feliz”. “Cambié el lente con el que miraba la vida y eso se notaba en los temas”, indica y explica que el título del álbum tiene que ver con esa transformación interna.
Primer material discográfico y otros éxitos
“Me cansé de hacer canciones (que no salgan si no estoy llorando)” comenzó a gestarse en pandemia, sin ninguna planificación mediante. Poco antes Paz Carrara se había trasladado a Buenos Aires por nuevas oportunidades y la crisis sanitaria la devolvió a su ciudad.
Así, en medio del encierro y de la introspección que la atravesaba, brotaron los 7 temas que contiene el disco. Este, según su autora, “es para escucharlo con la luz apagada, en silencio”. “Quiero transmitir ganas de conocerse y tiene un re mensaje que cada uno lo interpretará como puede”, sostiene la cordobesa.
Pero más allá del logro que significa la producción en su carrera o del triunfo de haber sido telonera de Louis Tomlinson en su paso por Argentina, Carrara considera como hitos “cosas que para otros pueden ser las más chiquitas” –confiesa-. “Nada se compara con ver a alguien emocionado por lo que estás contando”, profundiza.
Finalmente, revela su deseo a futuro: “Quiero seguir haciendo conciertos, conocer lugares y llegarle a cada vez a más gente. Soy feliz con no tanto, me hace feliz componer, entender qué me pasa al hacerlo y que alguien conecte con eso”.
Y cierra: “La música es mi traductor personal cuando yo la hago y si pienso en la de otras personas, no hay palabra más lógica para describirla que magia. La música es magia y la vivo con mucha intensidad, me destruye, me emociona”.
Para ver a Paz Carrara
La artista se presenta el próximo sábado 24 de septiembre en Studio Theater (Rosario de Santa Fé 272, Córdoba) a las 21 horas. Las entradas tienen un costo de 1800 pesos y pueden adquirirse clickeando aquí.
Acerca de lo que se verá, adelanta: “Es algo totalmente distinto a lo que venía haciendo. Vengo de otra modalidad donde si bien me preparaba, tocaba según la energía de la gente en el momento. Ahora, hay mucha preparación, aunque también una parte espontánea. Tengo mucha ilusión”.