Con 34 años, Pili es madre de Vitto, de 2 años, y Allegra, de 1 mes y medio ¡Súper chiquita y hermosa! Entre zapatos, mamaderas y mucho más, hoy se encuentra disfrutando plenamente su maternidad.
Por. Candelaria Lanzaco
Ph. Federico Rodríguez B.
Make Up. Sol de la Reta
Hair. Nadia Ríos Ceballos
Location. Mercado de las Rosas
¿Qué significa la maternidad para vos?
Ser mamá es de las cosas que más me cuesta poner en palabras. A un mes de tener a Allegra, solo te digo que se me cae la baba, estoy locamente enamorada de ambos. Todo potenciado. A veces pienso: ¿En qué momento pasó todo? ¿En qué momento me cambió la vida así? Me parece mentira tanta responsabilidad junta, y a la vez, una bendición tan enorme.
¿Siempre significó un sueño para vos ser madre? ¿O es un deseo de grande? Contame ¿Cómo lo viviste?
De chica mis dos juegos preferidos eran jugar a ser la mamá y a vender. Una visionaria total (risas). Jugaba con mis muñecos siempre con mucho sentido de lo real: le cambiaba los pañales, les ponía perfume, los llevaba a cenar o de vacaciones con su bolso hecho. Seguro tuve más de 10 bebotes a los que acostaba todos juntos y les leía cuentos. Un sueño hecho realidad, aunque no voy a llegar a 10, seguro. Y un sueño que se me dio sin planificar mucho, sin mucha estructura. Vino cuando tenía que ser, sin golpear mucho la puerta.
¿Cómo vivís el tan comentado ‘lado B de ser madre’ ? ¿Cómo definirías tu rol como mamá?
Soy bastante práctica y simple en mi vida en general y en la maternidad también. En ambos casos me costó la lactancia. En el primero más porque siempre supuse que era una cuestión sencilla y para todas. Pero no pude. Lo intenté, le busqué la vuelta, le puse esfuerzo y llanto… pero costó igual y terminamos en la mamadera. Y ahora, de nuevo. Cuando llegué al punto de yo no soy así, no estoy pudiendo dar lo mejor, aferrada a este tema, opté por dar vuelta la hoja y empezar un cuento nuevo. Y soy feliz y les doy amor a mis hijos desde otro lugar. Me gusta mucho leer y prepararme para enseñarles a ellos y obvio a mí… nadie nace siendo mamá o sabiendo cómo serlo, pero no me caso con ninguna corriente. Siempre según mi ritmo de vida, mis posibilidades y con algo que pueda sostener en el tiempo.
Hoy es todo un desafío ser madre, emprendedora, empresaria, consejera y muchos roles más a la vez. ¿Cómo combinas la maternidad con tu profesión?
Trato de separar trabajo con maternidad para darle a ambos tiempo de calidad. Cuando trabajo, trabajo. Y cuando estoy con ellos, los disfruto. Pero me cuesta cumplirlo más de lo que uno cree. La emprendedora 24/7 me persigue y la mamá le va poniendo freno de mano. Aprendí que las cosas se hacen al ritmo que se pueden y lo que no es hoy, mañana también puede ser.
En cuanto a la crianza de los chicos, ¿cómo llevás la de tus hijos en los días que corren?
Soy un mamá un poco exigente conmigo misma y con ellos. Me gustan las rutinas porque me dan orden y hacen que todos fluyamos mejor. Y cada tanto, salir del molde. No al revés. Soy cariñosa, creativa y cuando me meto en su mundo, me olvido de todo. Me encanta buscar la estrategia para que duerma, para que coma, para llegar a un acuerdo. Soy mucho del diálogo y las cosas como son. Los valores los inculco con cosas concretas: saludar cuando llego y me voy, agradecer a lo más simple, ver lo positivo de cada cosa, el cuentito a la noche, bendecir la mesa, un abrazo sostenido.
¿Cómo transitas este camino de ser madre? ¿Qué consejo le darías a otras madres?
Lo disfruto mucho, amo serlo y fue un súper cambio en mi vida. La bendición más linda que recibí sin dudas. Siento que verdaderamente recibo más de ellos que lo que les doy. Y lo mejor es pensar que esto recién empieza, que falta mucho por compartir. A las mamás les diría que vivan su propia aventura, que escuchen todo y apliquen con inteligencia y amor lo que les haga bien. No hay receta mágica. El amor y la dedicación consciente todo lo pueden y superan.