Pipi Yalour, la mujer cordobesa conocida principalmente por su labor detrás de barra, quien empezó probando y actualmente es una referente de coctelería, hoy se reinventa y desde otro lugar comparte su profesión con sus seguidores a través de sus redes, su newsletter y algunos podcasts. Conversamos en íntimo sobre el rol de la mujer detrás de la barra.
–Conocemos a Pipi Yalour detrás de la barra pero, ¿cómo es Marina Yalour? ¿Qué le apasiona, qué sueña, qué le gusta?
–Soy Pipi en ambos lugares, además de ser bartender y obsesionada con la gastronomía, estudié para ser profesora de yoga, amo leer ficción y novelas.
–¿Por qué bartender? ¿Cómo llegó esta pasión a vos?
–En verdad, no fue que me llegó la pasión sino que tuve la necesidad de trabajar. Soy licenciada en ciencias de la educación, pedagoga y, entre que me recibí y me llegó el título, un amigo que realizaba la artística de un bar me convenció de que fuera a trabajar detrás de la barra. Aunque yo no supiera nada me convenció de que iba a poder y bueno .. acá estoy, hace un montón de tiempo (risas).
–¿Qué pensas del rol de la mujer detrás y delante de la barra?
–Sobre el rol de la mujer detrás de barra podría escribir otro libro la verdad. Creo que en los últimos años, desde que empecé hasta ahora, he visto mejoras en el sentido de que cada vez veo más mujeres trabajando. A su vez, creo que estamos en un momento que si bien hay más mujeres trabajando en gastronomía, ya necesitamos empezar a hacernos otras preguntas como que el paso del tiempo demanda que las preguntas cambien para poder ahondar y realmente generar espacios de trabajo equitativos y cómodos para todas las personas involucradas, sean o no mujeres. Creo que es hora de preguntarnos, por ejemplo, las mujeres que trabajan en gastronomía, qué roles ocupan. Si están todas en el salón siendo meseras o recepcionistas y si la cocina y la barra está llena de hombres, o no. Si hay mujeres en la caja, ya que tradicionalmente se nos adjudica en el imaginario de género, que es totalmente construcción cultural, que la mujer es ordenada y responsable. Y así empezar a prestar atención a qué lugar ocupa la mujer y qué jerarquía tiene, el techo de cristal es una realidad que no solo se ve en locales gastronómicos, sino también en simposios de coctelería o embajadores de marcas, que casi siempre son hombres. También destacar cuánto poder se les adjudica a las mujeres que trabajan en gastronomía. Sigue siendo un ambiente muy hostil.
–Hoy que no estás detrás de la barra, ¿cómo compartis tu pasión? ¿Los talleres que estás dictando, qué resultados están teniendo? ¿Extrañas tus noches detrás de la barra?
–Hoy no me encuentro detrás de barra, pero no lo definiría como mi pasión, ya que es mi trabajo, me gusta pero también hay días que no me gusta nada. Me fascina la gastronomía, entonces lo definiría mejor como mi profesión, no mi pasión. Lo comparto a través de @chicasbarra, doy talleres, hablo sobre coctelería, 1.900 personas reciben el newsletter que escribo, trabajo con marcas y no estoy detrás de barra por una decisión personal. Cuando se habla de sustentabilidad en gastronomía, no se trata solo de aprovechar las cáscaras de naranja, sino que las personas que trabajan puedan tener carreras largas, algo que es bastante difícil en Argentina. Igual lo disfruto muchísimo y decidí hacerlo de vez en cuando.
–Ya tenés un libro agotado y muchos logros más, apostaste por los podcast y newsletters, ¿cómo surgió la idea? ¿Qué repercusión está teniendo en tus seguidores?
–Hoy estoy haciendo dos podcast, el primero se llama ‘Ricos y famosos’, con Hopi Heinz, y es sobre cócteles emblemáticos. Yo cuento un poco de qué se trata el cóctel, cual es la receta, un poco de la historia, y Jopi cuenta más de cultura pop. Son episodios bastante cortos. También hago ‘El amor vence al ocio’, con Romi Viola, que es cocinera amateur y amiga también, llevamos a cabo episodios un poquito más largos pero del mismo formato. Hablamos de tres ingredientes, uno en común (como lo usa ella para cocinar y como lo uso yo para hacer cócteles), uno que es polémico (por ejemplo ya hablamos del mondongo, del caramelo media hora, cilantro, en el que incluimos testimonios de otras personas) y uno en que una de las dos está aprendiendo a usar. El newsletter es de @chicasbarra que es un proyecto que yo vengo trabajando hace cuatro años, originalmente era un blog y después decidí aggiornarlo a un newsletter que sale cada lunes, a las 10. Lo veo super bien, tiene que ver con el relato y el vínculo que se genera con quien lee. Estoy contenta, es un proyecto con un montón de suscriptores, que algunos apoyan economicamente, así que eso esta buenísimo y ¡lo veo que viene super bien!