Se aproximan días donde la Luna se acercará, primero a Júpiter y luego a Marte, pero ¿qué significa esto y cómo afecta a la gente? Jazmín Gulí explicó que “siempre que hablamos de la luna, hablamos del plano emocional”.
“Tiene que ver con los mecanismos con los que nos defendemos y con los cuales nos sentimos seguros”, detalló. Asimismo, indicó que tanto el satélite como el planeta hoy se encuentran en Géminis, signo que guía la comunicación, las asociaciones y la capacidad de conectar y, que a su vez, está regido por Mercurio que también se vincula con la comunicación y que conecta el cielo con la Tierra.
Por lo tanto, en este tránsito, se aumenta la capacidad de optimismo, confianza, atendiendo a lo benefactor que es Júpiter. Respecto a la conexión con Marte, este último está retrógrado en cáncer, lo que lleva a la reflexión e introspección, sobre todo en asuntos familiares.
“Permite adentrarnos en traumas y orientarnos para solucionarlos”, señaló la astróloga. También contó que todo esto sirve de preparación para el ingreso de Urano en Géminis (que ahora se encuentra en Tauro), lo cual supone transformaciones respecto al diálogo también, el aprendizaje y los estudios.
Lo que viene
Gulí adelantó: “Es un año donde los tres dioses del cambio, que se llaman los tres planetas transpersonales: Urano, Neptuno y Plutón, están cambiando de signo, entonces es un periodo bisagra y lo de febrero nos sirve para poder visualizar lo que pasará”.
En esta línea, advirtió que “terminó la era de la Tierra (que duró 200 años) y ahora entramos en clima de aire, lo que se va a ir sintiendo gradualmente y trata de que la única constante es el cambio”. “Habrá imprevistos todo el tiempo y deberemos volvernos más flexibles”, agregó.
Además, recientemente hubo mutaciones en los nodos lunares -que son puntos de intersección entre las órbitas de la Luna y la Tierra-. Estos pasaron de Aries- Libra a Piscis-Virgo.
De esta manera, se abre una invitación a la espiritualización. “A disolvernos, dejarnos llevar por las mareas de la conciencia y a incorporar rutinas de bienestar, como meditación”, indicó Jazmín.
Finalmente, concluyó: “El lado B son los engaños. O sea, todo lo en lo pisciano viene de la mano de lo fantasioso y hay que estar atentos, sin resistirse a los movimientos”.
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